REGRESO CASI-TRIUNFAL


Recuerdo ese díaeve-cc-entradas como especial, incluso tenía maripositas en el estómago y eso no pasa muy seguido, al menos no a mí. Había pasado bastante tiempo de la última vez que había estado en las tribunas del Monumental, así que la emoción era lógica.

En el camino a Santiago, pensaba en la locura que estaba haciendo. Había viajado casi de repente, porque me había prometido que no pasaría un partido más sin estar en la galería cantando y saltando por el cacique. Además, estaba ilusionada. Había asumido el banco del popular Tito Tapia junto a Miguel Riffo. Eran dos de la casa, y sentía que podían lograr cosas importantes.

No recuerdo bien la hora en la que fue el partido, pero había un sol radiante que acompañaba nuestro SALE OH desde Lautaro. Colo Colo se enfrentaba a Audax Italiano por la primera fecha del clausura 2014, con un equipo que tuvo como titular a Don Luis Mena, Emilio Hernández, Chapita Fuenzalida y el estreno de Julio Barroso.

Sentía que había pasado tanto tiempo.. Miraba a mi alrededor y encontraba todo distinto a la última vez que había estado ahí, cuando en realidad la que había cambiado era yo. Me empecé a marear con esos inconfundibles olores a ciertos cigarros de dudosa reputación que emergen desde todos lados de la galería. Sumado a eso, el sol pegaba fuerte y mi cabeza iba a explotar. Lo que parecía un regreso triunfal a las canchas del Monumental con el gol de Audax a los 27’ se fue transformando en un martirio. Y odiaba sentirlo así, porque al estadio se va a disfrutar ¿no?.

En el entre-tiempo intenté dirigirme a los baños de Lautaro, cuestión que se convirtió en toda una odisea, pues la ilusionada no era solo yo, sino que cerca de  40 mil personas más llegaron a ver el debut del cacique en el camino a la 30. Ya no es más 29+1 ni nada, es LA TREINTA. Qué maravilla.

Volviendo al partido, inició el segundo tiempo y se me hacía imposible estar de pie, incluso se me nubló la vista. Volví a subir las escaleras repletas de gente alentando al cacique, y cuando estaba llegando a los baños todos mis malestares se vieron envueltos en una energía única.. Colo Colo había anotado un gol. Esperé tanto tiempo por eso, por estar ahí, y lamentablemente no lo pude ver. Pero lo sentí, y eso es algo que tampoco se olvida fácil.. quizás a más de alguna persona también le ha pasado.

Decidí que no sacaba nada con enojarme por haberme perdido el gol, asi que hice mi mejor esfuerzo y volví a las tribunas con todo el deseo de que el popular anotara uno más y pudiéramos partir con el pie derecho el nuevo ciclo, que hasta ese entonces, no sabíamos en qué iba a culminar.

Por si no lo recuerdan, esa tarde de domingo nos fuimos felices a nuestras casas. Felipe Flores, el de los goles importantes, el tantas veces pifeado, anotó en el minuto 90’ un golazo que sería un presagio de la gran campaña que el equipo completo iba a tener.

Un equipo inteligente, y demoledor a ratos. Así los recuerdo, y así también les agradezco. Si bien no fue el regreso triunfal al estadio que esperaba, hoy es una historia que puedo contar y una experiencia en la que está permitido reír. ¿Y tú, te has perdido goles importantes de Colo Colo?.