Matías Ariel Fernández estuvo entrenando esta semana con el primer equipo de Colo Colo. Muchos nos emocionamos al verlo con el buzo del ‘popular’ y algunos otros se imaginaron al «14» con la camiseta blanca -con franja vertical negra- nuevamente.
Por Roberto Quintana Follow @quintanachile
Matigol compartió con las divisiones inferiores, con algunos trabajadores del club, con excompañeros con los cuales jugó en su paso por el cacique (Fierro y Suazo) y con otros que conoce desde la selección (Garcés, Paredes, Beausejour, Valdés).
Con todo esto se me viene a la cabeza la siguiente pregunta, ¿Por qué los colocolinos queremos tanto a Mati Fernández?
Consultando a varios cercanos, leyendo otras opiniones en redes sociales y basándome en mi experiencia personal, concluyo que queremos a Matigol por los siguientes aspectos:
Talento: El hombre sin duda tiene un talento increíble lo cuál enamora a cualquier amante del deporte rey. Apareció en un Colo Colo carente de estrellas y en base a jugadas increíbles fue bicampeón con nuestro equipo llegando a una final continental lo que hizo que pudiera ser premiado como el mejor de América el 2006, un CRÁ.
Sencillez: Es raro ver a un futbolista con estas virtudes futbolísticas que sea sencillo. Matías es un hombre callado, no se ha hecho conocido por andar con modelos ni en fiestas, mucho menos en actos de indisciplina y menos aún por algún tatuaje o algo similar.
Ternura: Suena extraño, pero es cierto. Cuando uno ve al calerano causa una sensación de ternura increíble, transmite ser el hijo obediente y que no puede estar sin saber de su mamá, el amigo amable, el esposo que consiente en todo a su mujer, el papá que no reta a su hija, el trabajador que escucha atentamente a su jefe.
En mi caso particular, Matías Fernández me hizo amar nuevamente al fútbol que me había desencantado un poco, con golazos magníficos, con tiros libres increíbles, con humildad y con resultados. 2 títulos a nivel nacional y una final continental y ahora último, una copa América.
Mati, se que quizás no te fue tan bien como quizás todos esperabamos. Se que te costó mucho alejarte de tu familia. Pero se que siempre diste todo de ti. ¿Sabes cuantas veces quise abrazarte y decirte que todos los colocolinos te seguíamos apoyando?. Te lesionaste y preferiste cuidar tu carrera cuando podías ir una cita mundialista, esto te trajo problemas con Sampaoli, te volviste a ganar un puesto en una selección llena de figuras, jugaste Copa América, te expulsaron, volviste, tomaste la decisión de tirar el primer penal, el primer penal en una definición en una final, ante un pedazo de rival como Argentina, con 17 millones de chilenos mirándote, y… ¡que pedazo de tiro que hiciste!, cuanto nervio recorría mi interior porque te considero parte de mi familia, de mi equipo, de mi historia. Tu fracaso es mi fracaso, tus alegrías las disfruto, por eso si no llegabas a concretar, tu pena hubiera sido mi pena, pero convertiste y todos celebramos. Conseguir la Copa América tuvo un sabor especial ya que tú iniciaste el camino final a la victoria.
Por todo esto es que te doy las gracias, por todo esto es que quiero que vuelvas a vestir la 14 blanca, por todo esto es que te esperamos con los brazos abiertos, como no, si eres nuestro Matigol.