Arturo Sanhueza. El Primer Arturo que reinó en Macul

Corría el año 1997 y en el mítico Fernandez Vial de la octava región debutaba un joven mediocampista de 17 años. Héctor Arturo Sanhueza Medel, venido desde la costera localidad de Lirquén, hacía sus primeras armas en el fútbol chileno. En el elenco de los ferroviarios se mantuvo hasta el año 1999, dando su primer salto a la primera división en el Everton de Viña del Mar, sin buenos resultados, yéndose al descenso con el equipo ruletero. A la temporada siguiente pasa al archirrival de los viñamarinos, el Wanderers de Jorge Garcés. En aquel glorioso equipo del “Peineta” alcanzaría su primer título nacional, conformando un medio campo de lujo con Moises Villarroel, Jorge Ormeño y Jaime Riveros.

Cuatro años estuvo con los Panzers de Valparaíso, destacando la participación en Copa Libertadores del año 2002, donde lograron un empate en la mítica Bombonera, para ganar al clásico elenco boquense en el puerto. En ambos partidos la figura de Arturo pareció agigantarse en el medio campo caturro, siendo la figura de aquellos encuentros.

Su llegada a Colo Colo se da en la temporada 2005. Desde su arribo a la tienda popular, su presencia en el mediocampo blanco se hace notar. El despliegue y la garra mostrada por el «17» rapidamente lo hacen encajar en el perfil que el hincha popular exige a todos los que visten la camiseta blanca del equipo más grande del país.

El 17 mandando en el mediocampo. Foto La Tercera

La llegada de Claudio Borghi a la banca popular coincide con sus mejores años en el equipo. Los inicios de la era Borghi lo encuentran siendo signado como el estandarte del equilibrio del mediocampo albo, junto a su socio Rodrigo Melendez, con «Kalule» formaron una de las duplas de contención más efectivas que hayan jugado en pastos nacionales.

Fue uno de los estandartes del equipo que logró el histórico tetracampeonato, llegando a ganarse el apodo de Rey Arturo, por la gallardía con la que dominaba los tiempos en el mediocampo colocolino. La cinta de capitán era el paso lógico para un jugador que se identificaba con el hincha y con el espiritu del club que más gloria ha alcanzado en la historia del fútbol chileno. La jineta le fue heredada del capitán David Henriquez, con ella en el brazo levantó los campeonatos del Clausura 2008 y 2009.

Su salida del elenco albo se vio envuelta en las turbulencias propias de un club que se vió envuelto en uno de sus períodos más nefastos de su historia, comenzando con la dirección técnica del nefasto Diego Cagna. Hoy en Temuco quema su últimos cartuchos en el fútbol profesional. Sin embargo su amor por Colo Colo ha permanecido constante. Uno de los recuerdos más gratos que recuerdo de haber vestido la camiseta de sus amores, fue el «haber ganado muchos títulos en Colo Colo y yo me sentía muy identificado con el club. Aparte, soy hincha y siempre me va a quedar grabado que la ‘U’ no nos podía ganar».

Hector Arturo Sanhueza Medel, un ídolo que yo ví.

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