Clausura 2011, cuando la U celebró un empate agonico.

El 30 de Octubre del 2011 se jugaba la 14º fecha del clausura. Colo Colo llegaba sumido en una crisis futbolística de proporciones y que duraría un par de años más. El peor Colo Colo de todos los tiempos, se enfrentaba a la mejor U de Chile. El partido fue caliente, tuvo de todo. Esta es la historia del empate que los azules celebraron como un título.

«Colo Colo dejó de ser el más grande hace tiempo» lanzaba Jhonny Herrera en la semana previa al superclásico que se disputaba por la fecha 14 del clausura del 2011. Soberbio le respondía Juan Castillo (arquero uruguayo que vistión la alba ese año). En el arengazo, Sebastían Toro caminaba sobre un lienzo con los colores del archirrival. Así las cosas durante la semana se intuía un clásico caliente en el Monumental. El equipo blanco ese año estaba en la cima de una de sus peores campañas, no pocos son los que lo catalogan como el peor Colo Colo de todos los tiempos. Quizá pensando en aquello, «el Jhonny» confesaba «si no ganamos ahora, capaz que no lo hagamos nunca».

Un partido que tuvo de todo en la previa tenía que cumplir con las expectativas creadas y en la cancha ofreció múltiples emociones. Fueron 4 goles, penales (cobrados y no cobrados), expulsiones, lesiones, polémicas y un resultado final que, claramente, dejó más feliz a la U que a los albos.

Pensando en todo lo ocurrido en la semana seguramente, Juan Castillo no le dio la mano a Herrera en el saludo inicial, lo que terminó en un intercambio de palabras poco amistosas desde antes del inicio del encuentro.

 

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Osmar Molinas lamentando su autogol. Foto: soychile.cl

A los 5 minutos comenzaba el show del «impresentable» Claudio Puga. Jugada dividida en el área alba,  Eduardo Vargas se tropieza solo, penal. Solo lo vio el de negro y nadie más. Charles lo canjeaba por gol y Colo Colo comenzaba cuesta arriba un partido que ya se veía dificil, ya que Universidad de Chile llegaba como favorito absoluto. Pero todos sabemos que pasa con los azules en Monumental.

La U no podía mantener un buen juego asociado, aunque tuvieron 25 minutos para aumentar las cifras, pero la segunda cifra no llegaba. El partido comenzaba a cambiar en el minuto 32. Charles Aránguiz, en un acto irresponsable pisa de forma absurda a Marco Medel y deja a su equipo con uno menos con todo el partido por delante. La expulsión fue positiva para el ánimo de Colo Colo, pero eso no se tradujo en un mejor juego. La U no frenó sus ansias ofensivas pero seguía chocando con la ordenada defensa alba.

Cuando el primer tiempo se iba, una jugada por la banda izquierda terminó con el Pajaro Gutiérrez barrido de manera grosera por Osvaldo González, quien jugando con excesivo ímpetu en el pasto de Macul, intentó obstaculizar un centro al área, en la jugada inmediata, mano del defensor, penal para Colo Colo y segunda amarilla para Osvaldo por la patada a Gutierrez. Paredes ponía el empate y El Cacique se aprestaba a disputar el segundo tiempo con la ventaja de dos jugadores.

El 2 a 1 llegó para los albos, buen centro de Jerez que fue bien conectado por Esteban Efraín ante la mala salida de Herrera. El Monumental explotó, la U estaba en el peor momento y Colo Colo tenía fuerza, espacios y banca para seguir metiendo presión en ofensiva, algo que se fue diluyendo de a poco, provocando que los azules se atrevieran a jugar, pese a quedar mano a mano.

El panorama pintaba bien para los albos. No contaban con mi astucia parecía decir el arquero de los blancos, cuanto tontamente se hace expulsar al recorrer treinta metros en la cancha para putear nadie sabe bien a quien. Puga tampoco lo supo, pero la segunda amarilla parecía el correcto castigo a la estupidez del «1».

El partido se hizo más parejo, la U comenzaba a salir y a atreverse  a ir al frente. Colo Colo comenzaba a sentir el despilfarro de ocasiones durante el segundo tiempo. El minuto calve, que empezó a torcer la historia fue 84. Albert Acevedo entra con una plancha criminal sobre el «Araña» Olivares, que literalmente le arrancó la oreja al portero. Puga dejó sin sanción la infracción y Colo Colo se quedaba con un portero que luego confesaría no acordarse de los últimos minutos debido al terrible golpe.

Cuando el partido entraba en su etapa decisiva, el referí daba 12 minutos agregados. Los nervios eran la tónica de todos los que estábamos en el estadio aquel día. Los hinchas pedían la hora, ya no quedaba nada. Los jugadores y pocos hinchas de la U se encomendaban a todos los santos, buscaban un ollazo, una pelota botando en el área para salvar su invicto. Lo tuvieron.

ültima jugada del partido y Marcelo Díaz, la figura de los azules, intenta meter una pelota al área. El envío «a lo que salga» es conectado por Osmar Molinas en el límite del área. El albo intentó despejar de cabeza, pero terminó metiendo el balón en su propio arco, mientras que el maltrecho Olivares hacia el esfuerzo por desviar una pelota que no tenía otra dirección que la red. Era el empate azul con lo último, salvaban su invicto (que perderían luego en los Play Offs) Sampaoli (el mismo que tiene secuestrado al fùtbol chileno hoy en día) lo celebraba como Maradona, corriendo por la cancha y la gente de la U vuelta loca por un empate que veían demasiado lejano.

El cierre fue con escandalo. Paredes insultando a los azules en el túnel. La Garra Blanca apedreando a los jugadores azules. Durante la semana se habló en ambos bandos del partido y del desastre de Claudio Puga. Sin embargo las palabras del 25 azul resultaron proféticas, «si no ganamos ahora, no vamos a ganar nunca». Jhonny tenías razón.

 

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