Colo Colo – Deportes Iquique. La primera vez de un nuevo Colocolino

La razón principal de este espacio es recordar experiencias inolvidables en el Estadio Monumental, actuaciones del Cacique que han sido grandiosas o que han significado algo para los espectadores. En estos momentos en que el espíritu navideño se toma a los habitantes de esta larga y angosta franja de tierra, me permito regalar estas letras para uno de los protagonistas de estas fechas: Un niño, mi hijo.

El 27 de julio del 2014, el Popular enfrentaba la segunda fecha del campeonato Apertura 2014-2015, el rival de turno era Deportes Iquique, el partido se jugaba a las 18:00 hrs de ese domingo, sin embargo en mi casa el partido había comenzado a jugarse desde el martes, cuando le comunique a mi hijo que lo iba a llevar al Estadio. Cabe aquí hacer la aclaración, el muchacho en cuestión es colombiano, radicado en Chile desde fines del 2013,  y furioso hincha de Millonarios de Bogotá. Sin embargo, en sus anteriores visitas a vacacionar en el país, había sabido del fanatismo de su padre y su familia por la camiseta alba. Pasión que de a poco comenzó a metersele en la piel.

Ese día martes 22 de julio, cuando confirmo la compra de las entradas por mi parte, comenzó un semana de insomnio. Su camiseta fue religiosamente lavada y planchada para la ocasión. Desde el desayuno, Esteban (su nombre, por cierto) transitaba nervioso por el living y el comedor esperando el horario del partido.

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Esteban vistiendo la Blanca del Popular en las gradas del Monumental

Llegamos al Monumental 1 hora antes del partido, a esa hora las galerías ya auguraban una buena asistencia. Más de 22 mil llegamos esa tarde al Campeonodromo. Colo Colo saltaba a la cancha, con el retornado goleador Esteban Paredes y su camiseta 30 a la cabeza. La gente llegaba a la segunda fecha de ese campeonato, con la ilusión de que el equipo levantara el segundo título consecutivo, luego de lograr la anhelada trigésima estrella. La salida a la cancha del equipo generó una explosión en el codo norte, la gente saltaba de sus asientos y Esteban comenzaba a sentir lo que significa ver al popular desde las tribunas del histórico David Arellano.

El partido fue friccionado, el elenco celeste se plantaba como todos los equipos que visitan el Monumental, bien arropaditos atrás y esperando salir a la contra. Los albos, bajo la batuta de Hector Tapia, formaban con Villar, Fierro, Vilches, Barroso, Pavez en defensa. Claudio Maldonado (de nefasto regreso), Esteban Pavez, Vecchio en el medio, y en delantera Jose Pedro Fuenzalida, Esteban Paredes y Jean Beasejour en ataque.

Un penal recién a los 70 permitió la apertura de la cuenta para los albos, por medio del mismo de siempre, Esteban Efrain Paredes, que sin saberlo, por supuesto, comenzaba un romance con el pequeño debutante en las gradas del Monumental, para quien «Visogol» es sin duda su máximo ídolo colocolino. La segunda cifra llegó cinco minutos más tarde por medio del mismo ariete y comenzó a cerrar el partido.

El Popular ganaba su primer partido en ese campeonato, se enfilaba como uno de los candidatos a pelear la corona (la que perdió en Valparaiso), pero sin lugar a dudas lo más claro de esa noche fue el nacimiento de un profundo amor por la camiseta blanca del indio en el pecho para un pequeño de 13 años, que vino desde las tierras caribeñas de la gran Colombia, para abrazar la pasión por el Eterno Campeón.

 

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