COLUMNA | El crack

Roberto Quintana Ramírez

Por Samuel Lorca

La salida de Humberto Suazo de Colo Colo dio para mucho. Adjetivos como crack, ídolo, mercenario y varios otros se entremezclaron en interminables discusiones y homenajes que siguen hasta hoy. Sin duda que Suazo se ganó en cancha toda la idolatría que muchos le profesan. Pero el futbol es presente, y desde ese prisma, este regreso no fue bueno para nadie, ni para él ni para el equipo ni para el hincha.

En lo que no concuerdo ni con Suazo ni con los hinchas que lo defienden es en la actitud que tuvo para con el Cuerpo Técnico. Nada de lo que haya ganado en el club le da derecho a faltarle el respeto de esa manera a nadie. ¿O un crack tiene ese derecho? ¿Estuvo a la altura de esa palabra? ¿Lo ganado le da derecho a comportarse así?
Partamos por la base de que un jugador para convertirse en crack en el Popular debe rendir, y rendir de manera extraordinaria, y con ello deben venir los consiguientes títulos. Y sin duda que Suazo esto lo cumplió con creces en su primera etapa (2006-2007), campeón y goleador de casi todos los torneos que disputó con Colo Colo (Campeón del Apertura 2006, Clausura 2006 y Apertura 2007; y goleador del Apertura 2006 con 19 goles, del Apertura 2007 con 18 y de la Copa Sudamericana 2006 con 10 tantos), su aporte fue fundamental para una de las etapas más exitosas en la historia del club.

A diferencia de muchos, ´Chupete´ nunca fue de hacer la declaración para la galería, no decía cosas como que cuando niño era colocolino (por cierto, a los únicos que les oí decirlo y luego demostrarlo es a Esteban Paredes y Paulo Garces) o que llevaba el albo en la piel ni nada de eso. El silenciosamente rendía con goles y golazos a destajo. Se ganó a la hinchada a puro futbol. Al irse tampoco prometió volver, simple y sencillamente ese no era su estilo.
Tras su muy exitoso paso por México (con una escala sin gran historia en España) Suazo volvió. Y la hinchada celebró, pensando en que aquel que volvía era el mismo que recordaban. Pero no, ya de aquel solo quedaba el cartel. Lento, sin gol, jugando más como enganche que de delantero, ya ni siquiera era considerado en la Selección. El ´Chupete´ que la hinchada recordaba ya no estaba. Fue criticado por todos, incluso por el técnico que lo trajo por primera vez a Pedrero, Claudio Borghi, quien afirmó que Suazo no debió volver a Colo Colo sino que a Audax Italiano… talvez tenía razón.

Entre críticas, lesiones y la impotencia de no imponerse (Humberto luchó por ser el 9 del equipo, pero su nivel no alcanzó para sacar al titular en ese puesto, nada más y nada menos que Esteban Paredes) Suazo perdió el control y tuvo una reacción indigna a su estatus de Crack. Tras un cambio insultó al cuerpo técnico de Colo Colo compuesto por Pedro Reyes y Jose Luis Sierra (tipos que algo ganaron con la alba).

¿Porque indigna? ¿Después de todo lo que hizo no tiene derecho de enojarse, no ha ganado lo suficiente como para tener el peso de intervenir en las decisiones del entrenador de turno o a putear a quien se le antoje? La respuesta es sencilla: ¡NO!

Por Colo Colo han pasado jugadores que han permanecido por más tiempo y han ganado mucho más que Suazo, como Jaime Pizarro, Lizardo Garrido, Marcelo Ramirez, Marcelo Pablo Barticciotto, Jose Daniel Moron, Ivo Basay, Marcelo Espina, Matias Fernandez, incluso el mismo Jose Luis Sierra y otros tantos que nunca, pero NUNCA tuvieron una reacción de ese tipo ni en el escenario más adverso. De los nombrados no hay ninguno que no haya rendido, no hay ninguno que no se haya ganado a la hinchada vistiendo esta camiseta, no hay ninguno que no haya sido considerado CRACK con todas sus letras y no hay ninguno que no haya estado a la altura de su estampa.

¿Ejemplos? Marcelo Pablo Barticciotto (10 temporadas en el club, 13 títulos) en su última temporada era poco considerado por el técnico Jaime Pizarro, y el entrenaba igual que siempre. Ejercía su innegable derecho a pataleo, eso sí, pero siempre con respeto, jamás tuvo un mal gesto en público para Pizarro. Un crack a la altura. ¿Otro? Jose Daniel Moron (6 temporadas, 11 títulos) en la final de la Recopa del ‘92 jugo un partidazo entregando el arco en cero. Para la definición a penales el DT Mirko Jozic decidió reemplazarlo por el ‘atajapenales’ Marcelo Ramirez. El ´Loro´ venia de ser Tricampeón nacional y Campeón de América con Colo Colo. ¿Ustedes creen que, con todo lo ganado, se sintió con el derecho de criticar o insultar a Mirko? No. Jose Daniel se tragó su frustración y simplemente lloro. Un Crack con todas sus letras.

Humberto Suazo no tenía la potestad de insultar a nadie, más allá de los goles o títulos que haya podido conseguir. Esa actitud de divo que hizo que ni siquiera fuese capaz de reunirse con los insultados para pedirles una merecida disculpa, lo retrata de cuerpo entero. El humilde se mareó, se creyó su propia leyenda, se dejó cegar por su propio mito. Muchos dirán que un error lo comete cualquiera, bien, lo acepto, errores se pueden cometer pero no ese tipo de errores. Los nombrados arriba lo prueban.

Yo, que como todos, grite sus goles y lo idolatre voy a hacer como que este regreso nunca pasó. A alguien le escuche que “Suazo es un crack, pero solo en la cancha” y quizás debamos recordarlo por eso, por lo que dejo en la cancha, que sin duda fue mucho. Con eso me quedo.

SAMUEL LORCA M.
sammael @xamwel