EL FUEGO DEL CAMPEÓN | Años de Experiencia

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Lograr que un equipo pueda funcionar y ganar, junto con gustar, pareciera ser el desafío de todo entrenador de fútbol. El funcionamiento pasa en gran medida por la idea de juego que el entrenador al mando desee imprimir, pero también pasa por los rendimientos individuales de cada jugador.

Colo-Colo logró bajar la edad promedio de su plantilla de 30 a 21 años. Soñado, dirían todos aquellos que pretendían jubilar a gran parte del plantel hace algunos meses. La sangre nueva que ha llegado al club (Vilches, Gutiérrez, Rodríguez) han impresionado a gran parte de los hinchas no sólo por tener talento, sino que porque han sido capaces, con una gran cuota de pachorra, de plantarse en la cancha sin temor y hacer su juego, mostrando esperanzadores movimientos. A ellos los acompañan jugadores con gran experiencia, varios de ellos referentes del plantel. Julio Barroso, Jaime Valdés y el incombustible poder goleador de Esteban Paredes deben seguir manteniendo un nivel de juego que favorezca el rendimiento colectivo y el logro de resultados en el Apertura que se viene muy ajustado y donde no hay puntos que perder.

Lo mostrado en Copa Chile es esperanzador para los jóvenes, pero nos pone en alerta con respecto a los experimentados. Los rendimientos de estos últimos, por lo menos en el partido de hoy frente a Deportes Concepción, me generan muchas interrogantes. En un equipo que hoy quiere ganarlo todo, resulta necesario que nadie ceda un centímetro en su rendimiento personal. Por lo tanto, aquellos con más experiencia deberán ponerse a la altura del desafío que hoy tenemos para que Colo-Colo logre brillar en todos los frentes este semestre.