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Todos los seres humanos trabajamos en algun punto de nuestras vidas. Por necesidad, por gusto y ojalá por ambas, todos aportamos al funcionamiento del mundo desde nuestro trabajo.
Cuando yo era chica, el contexto en el que crecí me enseñó el valor del trabajo. Y no solo eso, del trabajo bien hecho. En la medida que posees privilegios (una casa, una familia y una buena educación eran suficientes) tu deber es retribuir, por medio de tu trabajo, a tu familia y a la sociedad. Punto. Esto era un valor, por lo que no revestía mayor discusión… por lo menos en mi casa.
Es por eso que hoy me sorprende (y a veces me supera y me enrabia) el afán de muchos de no hacer bien el trabajo que les toca hacer.
En Colo-Colo se le paga sueldo (y uno no menor) a mucha gente. A los jugadores, para que jueguen y ganen. Al canchero, para que el pasto del Monumental parezca una sábana impoluta. Yo me pregunto qué clase de trabajo «bien hecho» hacen los que están encargados de las contrataciones en nuestro club.
El hacer bien la pega pasó de moda, amigos.
Se ha hecho evidente hoy que lo que está «de moda» es hacer el trabajo lo menos bien posible siempre y cuando eso implique mantener/aumentar el enriquecimiento de unos pocos o el propio. En el caso de nuestro fútbol, se le vendió el club a un grupo de personajes que, mientras se les siga inflando la billetera y mantengan sin problemas su propio status, no se van a molestar en hacer un trabajo de excelencia. Ese valor, estimados, se perdió por completo porque los pocos que creemos en él miramos para el lado y vemos que otros, mintiendo y haciendo mal las cosas, tienen un mejor pasar en muchos sentidos. Es cosa de leer el diario.
Pero ¿saben qué? Al final del día cada uno decide cómo vive su vida y dónde pone sus fichas. Yo siempre voy a creer en ese valor.
No cuesta NADA hacer bien la pega que a cada uno le toca. Nada. El problema es que ese valor está nublado por las lucas. Colo-Colo hoy busca refuerzos en el raspado de la olla porque los personajes encargados de las posibles contrataciones gozaban de sus sueldos fijos y millonarios sin hacer nada mientras habia pega que hacer y tener UN MES antes del término del campeonato una serie de jugadores en carpeta para contratar y avanzar conversaciones. Junto con eso, las lucas necesarias, que a juzgar por los contratos de auspiciadores, alguien se las está llevando para otro lado.
No cuesta nada hacer bien el trabajo. Sobre todo cuando uno comprende que las acciones propias perjudican a los demás. Hay cuatro frentes que pelear este año, el Clausura parte en una semana y hay UN SOLO REFUERZO.
Juzguen ustedes.
Foto Gentileza de www.goal.com