CUENTOS ALBOS | El Joven Pistolero

Gonzalo era un niño muy inquieto que en el colegio a veces se portaba mal, pero sus profesores lo querían mucho. Era medio mañoso y enojón. Sin embargo, cuando había que hacer trabajos en grupo, él siempre tenía las mejores ideas.

Un día el joven Gonzalo, sin el permiso de la mamá, llevó su pistola de agua al colegio. Era su juguete favorito y se lo habían regalado porque tenía muy buenas notas. En el recreo comenzó a mojar a todos sus compañeros, y para sorpresa de muchos, tenía una excelente puntería. Sus amigos corrían muy rápido arrancando de él para no ser empapados de agua pero era inútil, porque Gonzalo además de tener buena puntería resultó ser el mas rápido del colegio. Luego de esa demostración de inusual talento, los niños mas grandes lo bautizaron como – EL JOVEN PISTOLERO-.

Un día Gonzalo y su familia tuvieron que partir a vivir a otro país, pues a su mamá la habían cambiado de trabajo. Allí tuvo que asistir a otro colegio, con otros niños, e incluso tuvo que aprender a hablar otro idioma. Esta idea no le gustó nada, ya que con el paso de los días se dio cuenta que en ese nuevo lugar no podía jugar de la misma manera que con sus antiguos compañeros. Muy triste, se dio cuenta de lo mucho que amaba su antiguo colegio y su gente, así que esperó con paciencia el momento para volver.

¡LLEGÓ EL GRAN DÍA! Gonzalo volvió muy feliz de vuelta a su país. Sin embargo, ya no era el mismo. Ahora estaba más grande, había aprendido cosas nuevas y tenía muchas ganas de demostrar sus nuevas técnicas de disparo. Para su sorpresa tenía hartos compañeros nuevos los que lo recibieron con mucho afecto, pues «El Joven Pistolero» ya era toda una leyenda en el establecimiento. 

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Así con el paso de los años y a pesar de todos los alumnos nuevos que llegaban al colegio, Gonzalo seguía siendo el más rápido y el que tenía mejor puntería de todos. Hacían competencias en los recreos y siempre terminaba ganando, pues no había nadie como él. A veces, cuando se portaba mal en clases, los profesores no lo dejaban salir a jugar y a competir, así que tuvo que poner mucho esfuerzo para aprender a portarse bien y poder demostrar hasta el día de hoy que sigue siendo el gran y único JOVEN PISTOLERO.