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En momentos en que uno de los máximos referentes del plantel albo reclama por que la concesionaria no tiene un programa serio para ganar la Copa Libertadores, recordamos la última participación destacada del Cacique en el torneo continental. El 97 Colo Colo se empino hasta las semifinales, y a punto estuvo de acceder a la final con el Sporting Cristal del Perú, el Cruzeiro de Brasil diría, penales mediante, otra cosa. Fue el nacimiento de la Bestia Negra y esta es la historia.
Colo Colo se alzaba con el campeonato nacional el año 96, con un equipo plagado de referentes y grandes jugadores, de la mano del Paraguayo Benitez el elenco de macúl alzaba su estrella número 20 y se alistaba para enfrentar la edición 97 del máximo torneo por equipos del Continente.
Luego de dejar en el camino a la Universidad Católica en cuartos de final, se esperaba rival para la llave de los cuatro mejores. El enfrentamiento sería contra el Cruzeiro de Belo Horizonte. El sorteo de las semifinales fue favorable para los albos, el desplazamiento a Brasil se hacía para el juego de ida, mientras que la llave se cerraría en el Monumental que por esos años era un recinto inexpugnable para cualquier equipo.
El partido de ida lo ganó el cuadro azul (nefasto color) por la mínima, en un partido electrizante, donde los albos plantearon un partido inteligente, anulando las diversas variantes del juego de los brasileños, sin embargo el calor y la extensa cancha de medidas máximas confabularon en contra de un equipo que mereció más suerte en tierras brasileras, de no mediar del tremendo error de Marcelo Ramirez en el gol en contra y que significo el único tanto del partido.
El 30 de julio del 1997 fue la fecha fijada para el duelo de vuelta. Más de 50 mil almas repletaron el «campeonodromo» con la firme convicción de que el «Eterno» tenía todo para ser campeón y llevar la segunda libertadores a las nutridas vitrinas de Macúl.
Colo Colo saltaba a la cancha con Ramirez; Mario Salas, Pedro Reyes, Raúl Muñoz, Francisco Rojas; Emerson Pereira, Marcelo Espina, José Luis Sierra y Juan Carlos Alegria; Richard Zambrano e Ivo Basay. Un equipazo por donde se lo mirara.
A los ´20 del primer tiempo llegaba la primera alegría para la parcialidad alba, el nueve de los albos y uno de los referentes de ese plantel ponía la apertura de la cuenta, Ivo Alexis Basay se anotaba con el primero y encendía la ilusión de un pueblo albo ilusionado. Sin embargo ocho minutos después Marcelo ponía el empate con el que se iban al descanso.
El segundo tiempo iniciaba con todo para los blancos. En solo siete minutos Colo Colo conseguía la diferencia que lo ponía en Lima para ganar su segunda Libertadores. La suerte parecía echada, los albos dominaban el juego y parecía venir la goleada sobre los brazucas. Todo comenzó a cambiar a los pocos minutos. La segunda cifra de los brasileños llegó a los ´64, pero el equipo jugaba bien y había fe en los asistentes en que el equipo marcaría la cuarta cifra que daba los boletos directos a la final y evitaba los penales. Sin embargo a los pocos minutos, Ubaldo Aquino paraguayo de nefasto arbitraje, expulsa sin demasiados argumentos al motor del mediocampo albo. A los ´70 Emerson Pereira veía la tarjeta roja y los de Belo Horizonte se hacían con el dominio del partido, aún más cuando seis minutos más tarde era Pedro Reyes el que se iba a las duchas de forma anticipada. Los penales parecía ser la mejor opción con dos hombres menos.
La ilusión comenzaba a apagarse en la tanda de penales. Basay erraba el primero y se ponía cuesta arriba la serie. Marcelo Espina seguía la misma senda y erraba su disparo. Sierra hacía más decorosa la derrota al convertir su lanzamiento, pero la efectividad de los brasileños, que embocaron todos sus tiros tiraban por la borda la posibilidad de la segunda copa libertadores para el Eterno Campeón.
Largos 19 años han pasado desde aquella tarde noche en la capital de Chile y el equipo más grande de Chile no ha vuelto a tener una actuación tan destacada en la Copa. En el segundo semestre de ese año Colo Colo enfrentaba las semifinales de la SuperCopa, torneo exclusivo para los campeones de América, en donde quedó eliminado a manos de otro Brasileño. Esta vez el Sao Paulo fue el verdugo que termino inclinándose ante el River Plate de Argentina. De este modo queda en la historia que el año 1997 fue la última vez que el Cacique tuvo una actuación destacada en torneos continentales. Como dijo Jaime Valdés en estos microfonos, ha pasado mucho tiempo…..
