Por Relator Popular
Acabado el campeonato es oportuno hacer un pequeño análisis de lo mejor y lo peor que dejó este torneo. Siempre hay cosas que quedan. Cosas inolvidables. Cosas envidiables. Cosas detestables.
Mi memoria es frágil, así que cualquier cosilla que falte es bienvenida como comentario.
Inolvidable: el casi casi triunfo a Palestino con 9, la mano en los descuentos de Corujo, las poleras de Clásico es Ganarte, el partido en Chillán que ganó solo Paredes y el “jartrí” de Felipe Flores en Calama.
Envidiables: el sueldo de Suazo, la regularidad del Kily, el olfato de Paredes y el futuro de Baeza.
Detestables: la camiseta blanca, las simulaciones del mapuche Fierro, el pase atrás de Maldonado a Donoso, las expulsiones imbéciles de Vecchio, Suazo y sobre todo la del capitán, los partidos perdidos de local, el paseo de las monjas al Monumental y los idiotas haciendo mierda nuestro estadio.
Resumen. Quedamos a dos puntos del campeón. Y si veo de dónde pudieron haber salido esos tres puntos para ser los mejores, hay muchas, pero muchas alternativas: 3 contra San Marcos, por lo menos 1 contra Iquique, 3 contra La Calera, otros 3 contra Cobresal y pongámosle 1 contra la Católica. 11 puntos. ¿Cómo no pudimos hacer 3 de esos?
Ojalá en diciembre, sin copa internacional de por medio, podamos celebrar.