COLUMNA EN BLANCO | En un mundo paralelo

Ojalá pudiera estarles contando lo bien que la pasé ayer cuando nos juntamos con unos amigos a ver el partido. Contarles cómo nos abrazábamos y llorábamos por el titulo obtenido. Qué ganas de contarle cómo el equipo hizo un buen o mal partido, pero que gracias a la gran cuenta de ahorro conseguida al inicio del torneo eramos los mejores.

Qué ganas de poder decirle «Tenemos un campeonato nacional de lujo, donde no hay enredos para determinar quién va a las Copas internacionales y el campeón es mirado con respeto por sus similares.» Pero no.

Ayer pasamos de la ansiedad de ver a Colo-Colo entrando a la cancha a verlos salir arrancando de un montón de simios que se justifican estúpidamente de lo sucedido.

Viendo los comentarios que dejaban los subnormales en redes sociales (Comentando noticias en páginas web, en Instagram, Twitter y demases) me di cuenta que viven en un mundo paralelo. Mientras todos estábamos enojados porque no podríamos ver a Colo-Colo celebrando en la cancha, dando una vuelta más para delirio de todo un país, enojados porque hubo gente que gastó tiempo y plata en viajar a Valparaíso a vivir un día histórico y terminaron viendo un montón de animalitos corretéandose chasqueando los dedos como retardados y gritando como bestias. Mientras todos estábamos en esa realidad, ellos dicen que lo hicieron «porke tynymoh agxante i a la GB no le byenen a dar kara lah lorah» y «niahy kon no ber al colo, si igxal ce fxeron de patah en losiko la lora. Agxante la GB i sx gente.» (Transcribo textual lo que encontré leyendo distintos portales web mientras mis ojos se deshacían).

Definitivamente otra realidad. Un mundo paralelo en donde todo se soluciona echándole «la espantáh» al mundo y en que ser más choro que el otro es más importante que ver al equipo de sus amores, como ellos dicen, levantar una copa. Ni siquiera un poco de sentido común de la estupidez que hicieron ayer.

Como si toda esta locura no fuese suficiente, sale la autoridad a decir que no se jugará ningún partido de alta convocatoria si ellos no pueden garantizar la seguridad. Qué pelotudez más grande. «Vamos a congelar el mundo, hasta que aprendamos a hacer nuestro trabajo». En otras palabras eso dijo el subsecretario de prevención del delito. Una soberana estupidez. Cuando ellos sientan que «Están las garantías» van a dejar volver a la gente. ¿Qué ganan con eso? Nada. Aaahhh, pero el CDF y DOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOON Cristián Varela, ganan mucho. Mucha platita. Los dirigentes también. Felices de que las más de 60.000 familias (Sumando un promedio al ojo de todos los «partidos de alta convocatoria» de la U, Colo-Colo y la UC.) ahora tengan que contratar CDF y esas 7 luquitas vayan directo al bolsillito de estos esforzados y siempre necesitados empresarios del fútbol. Además, tenga por seguro que en cuanto vuelva la gente a los estadios, van a pasar un par de meses y volverá la violencia a los estadios. La ley es bastante estricta, pero pareciera que llevarla a la práctica se hace imposible.

Es tan difícil idear un sistema en que a la entrada del estadio se pongan cámaras que tomen una sencilla imagen, ni siquiera una en HD, 4K, Zoom ultra potente, ni que el hincha casi tenga que posar para la cámara. No. Ni siquiera eso. Sino que una foto normal y corriente. Que al momento de pasar el carné de identidad en la entrada se asocie inmediatamente el RUT de ese carné con la imagen del cristiano y que cuando existan desmanes, se busquen a los que participaron en ellos (A través de las cientos de cámaras que están en el mismo estadio y que costaron harta plata, pero que parece que están de adorno) y así se entregue esa información a la Fiscalía, se haga la investigación y no entren nunca más al estadio. ¿TAN DIFÍCIL ES IDEAR UN SISTEMA COMO ESE O SIMILAR? No es necesario que la única forma de eliminar a todos estos retardados sea corriendo atrás de ellos y tomarlos presos. Se puede investigar a una persona sin necesidad de que sea detenida en flagrancia. Se puede, pero parece que es mucha pega y mejor evitar la fatiga.

Por último, está dentro de las facultades del dueño de un recinto privado o público prohibir el ingreso de ciertas personas. Yo no dejo entrar a mi casa a gente que me ha ofendido y un club PUEDE dejar afuera a los que hayan hecho desmanes AUNQUE NO HAYAN SIDO INVESTIGADOS POR LA FISCALÍA, haciendo uso de su reserva al derecho de admisión. No se va a morir nadie, pero si no tomamos medidas de verdad, sí va a morir alguien apuñalado, apaleado o baleado.

Pero claro. Mejor tomar decisiones rimbombantes e inútiles como la de hacer partidos sin público, sacar los bombos y lienzos. Pero hacer que los clubes hagan uso de su derecho de admisión es muy complicado y mucho trabajo y no, porque me da flojerita.

Las decisiones las toman personajes que no son hinchas del fútbol, como el Señor José Roa que gana exactamente $6.334.029 (fuente: http://transparencia.dsp.gob.cl/2015/per_planta.html) por solamente repetir como loro «los clubes deben hacerse responsables del espectáculo». Recuerdo claramente cuando recién asumió como jefe del plan Estadio Seguro en entrevista con «Los Tenores» de Radio ADN él mismo admitió que hacía 15 años que no asistía a un partido como hincha al estadio, nos muestra que el Estado no se toma nada en serio. No dije el Gobierno, dije el Estado.

En fin. Aún tengo bronca. Me da rabia no tener una portada de los campeones para coleccionar. Tengo portadas de idiotas corretéandose (ni siquiera peleando, sino que arrancando por turnos los unos de los otros y soltando una que otra patada ocasional) en una cancha donde debiese ser terreno sagrado. Donde solo entren los 22 jugadores, el cuerpo arbitral y la reina del espectáculo: la caprichosa pelotita.

 

Oye la columna pa’ larga…

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