Colo Colo llegó a su trigésima primera estrella durante este año 2015. Una estrella que vino de la mano de un ídolo de macul, esta vez en la banca, José Luis Sierra. Con un plantel que mezclaba experiencia y juventud, el Cacique comenzaba esta temporada «Europea» bajo la batuta del «Coto», quien golpeaba la mesa y dejaba en el banco a uno de los pilares del equipo de Tito Tapia. Justo Villar se tenia que resignar a ver desde la banca el arranque espectacular del Eterno Campeón.
Por Guillermo Castro Follow @elmemocastro
El equipo comenzaba su campaña en el Monumental con una goleada sobre el siempre complicado cuadro de Audax Italiano, luego de dar cuenta de Unión Española en el inicio del torneo. Con actuaciones sobresalientes como la de Esteban Paredes y Humberto Suazo y Jean Beasejour. El campeón de América abandonaba el lateral defensivo para volver a su puesto natural, relegando a la banca a Martín Rodríguez, de gran arranque con la camiseta blanca, el equipo encadenaba siete triunfos al hilo y se afianzaba en el liderato obteniendo cinco unidades de ventaja sobre la UC, su perseguidor todo el.campeonato.
El 4 de octubre los blancos visitaban a la UC en San Carlos de Apoquindo con la tarea de seguir en la punta del torneo con una amplia ventaja. El partido fue bisagra en todos los sentidos. Lo ganó la Católica con un gol en el último minuto, de uno que paso con mucha pena y nada de gloria por los pastos de Macul. La tontería de Esteban Páez y el escupitajo sobre Marco Medellín, privó a Colo Colo de uno de los jugadores más regulares del campeonato.
Obligado a improvisar para cubrir el puesto vacante por el «monito» el Coto hizo movimientos en la escuadra que perjudicaron el rendimiento y el equipo resistía a duras penas el liderato del campeonato. Tres veces pudieron los cruzados hacerse de la punta. La semana siguiente a la caída en San Carlos, el equipo volvía a tropezar , esta vez en casa, con el discreto San Marcos de Arica, lo que no tuvo mayores consecuencias debido a la caída de los cruzados en Antofagasta.
De ahí en más el equipo comenzó a ganar apretadamente sus partidos y llegaba al Súper Clásico con muchas dudas. Como hace 15 años los blancos le ganaban a su archirrival con dos goles de Paredes y una soberbia actuación de Justo Villar, quien había obtenido la titularidad en la cuarta fecha tras la grave lesión de Paulo Garcés, y que de ese partido en adelante se transformó en uno de los pilares del plantel campeón.
La última opción de Católica fue en la fecha 13 en la caída frente a Palestino. Sin embargo una vez más Católica rindió tributo a su fama y no pudo ganar su partido. Las fichas estaban echadas. En la fecha siguiente El Cacique dio cuenta de la Universidad de Concepción, todavía con una remota chance de campeonar. La última fecha ambos elencos jugaban en horarios simultaneos, sin embargo los vándalos no permitieron que Colo Colo festejará en cancha el título, ya que Católica no fue capaz de ganar su partido y entregó el título en bandeja a los albos. El eterno campeón obtenía la 31, y su campeonato aun no termina. La ineptitud y el desorden reinante en la ANFP impiden programar un partido a puertas cerradas y entregar la copa en cancha, la misma cancha donde El Cacique, como treinta veces antes, se lo ganó. Pero ese es un cuento que aún está en desarrollo.