Francisco «El Murci» Rojas

El gol más importante de su carrera
El gol más importante de su carrera

El 13 de Diciembre de 1998, fecha grabada a fuego en la memoria de muchos colocolinos.  Bajo un sol inclemente en la ruca de Pedrero, Colo Colo se enfrentaba a Deportes Iquique, comandado por el peineta Garcés, con la misión de ganar para adelantar por un punto a su eterno rival, que había ganado el día anterior. Nervios y tensión por igual se respiraban en el Monumental, hasta que aparece la diminuta figura del Murci Rojas para poner el 2-1 y bajar la estrella número 22 al firmamento albo. Locura total del pueblo colocolino, y el pequeño lateral derecho venido desde La Serena ponía la guinda de la torta para ese romance que suele darse  algunas veces entre jugador e hincha.

Llegado desde su natal Serena, en donde debutó en el equipo granate el año 1993, deslumbrando por su despliegue y su capacidad, lo que hizo que Mirko Jozic lo pidiera expresamente. Arriba al Popular en el 1994, apropiándose de la banda derecha del equipo de Macúl que ya era comandado por el paraguayo Gustavo Benitez.

El murci representaba al hincha popular, dueño de un humor pícaro y siempre con la sonrisa a flor de piel. Siempre dejando «cuñitas» en las declaraciones. Como olvidar aquella vez que se rumoreaba con una transferencia al extranjero, y el popular lateral diestro del Cacique confesó no poder decir a que país se iba, pero que solo podía adelantar que era un equipo brasileño. O cuando felicitó a su perrita por tener perritos de él. Recordado es el respeto que profesaba por la garra charrúa de Los Paraguayos!.

Pero también es imposible no recordar la viveza de la que hacía gala el 17 albo. Nunca fue un portento físico, de hecho era de los más bajos de ese equipo de Benitez, pero tenía esa capacidad de leer un segundo antes la jugada. Encaró a los mejores del mundo, y casi siempre salió indemne. El mismo declaró, recordando su participación en el mundial de Francia 98 que “se me dieron las cosas fácil. Contra Italia enganchaba pa´ un lado, enganchaba pal´otro, a Nesta lo tenía en un parque de diversiones”.

Con un paso por el Tenerife español el 1996, volvió a Colo Colo y no se movería hasta el 2001, año en que parte al futbol de Austria, Sturm Graz sabría del despliegue del murci durante las temporadas 2002 al 2005. Volviendo al país para jugar en Unión Española, antes de retirarse en su natal Deportes La Serena en el año 2012.

El peculiar apodo se lo atribuye un utilero del club Deporte La Serena debido a que corría mucho por la orilla y no (cosa extraña) por su parecido con el alado roedor. Animal que lo acompaño el resto de su vida al tatuárselo en la espalda en un tamaño inusualmente grande, tamaño que permitió que las 60 mil personas que repletaban el Monumental aquel 13 de diciembre del 98 fueran testigos del gol más importante de la carrera, y constatar como ese Murcielago volaba para siempre al corazón de los hinchas del Cacique.

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