JOHNNY, EL BOCÓN

Por Nicole Acuña.

Había una vez un niño que se llamaba Johnny Cristian, iba en el curso quinto B y siempre se dedicaba a hablar mal de los niños del quinto A, burlándose y riéndose de ellos. A pesar de esto, los alumnos del A siempre sobresalían en todo y eran mejores que los del B, según decía la gran mayoría de las personas.

Por otro lado en el quinto A había un niño que se llamaba Esteban Efraín, el que siempre se sacaba las mejores notas del colegio. Al parecer esto no era suficiente, pues Johnny se burlaba de él y de su curso hasta el cansancio. Sin embargo Esteban nunca caía en estas provocaciones, excepto una vez que dijo: “Yo no lo conozco, solo veo su nombre en el libro de clases cuando se saca malas notas”.

Un día en el recreo los dos cursos, el A y el B, se pusieron a jugar un partido de fútbol. Gonzalito y Pepito fueron elegidos como capitanes, y al momento de decidir quién partía ganó el sorteo Gonzalito, quien dijo desafiantemente: “Nosotros partimos, porque ustedes son el B.” Al azar, el curso A quedó con petos blancos, y el B con azul.

En el último minuto del partido blancos y azules iban empatados en el marcador, cuando en la última jugada Esteban saca un remate potente y vence la resistencia del arquero Johnny. Todos los blancos celebraron la gran jugada y el triunfo, ya que no era primera vez que le ganaban a los azules.

Con esto, Esteban y suParedes___24_3s amigos pensaron que Johnny había aprendido la lección y no se iba a burlar más de ellos, porque habían demostrado ser los mejores. Sin embargo, de vez en cuando, el joven del B todavía se dedica a hablar mal de ellos y menospreciarlos. Al parecer, todavía necesita que le demuestren en la cancha quiénes son los mejores.