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Con la vista fija en la cancha principal del Monumental pero con un oído pegado a la radio pendientes de lo que pasaba en la precordillera. Así vivían los cerca de 40 mil espectadores que llegaron al reducto de Macul la previa del partido ante el Campanil. Colo-Colo salía a la cancha con la obligación de ganar y esperaba que San Luis de Quillota derrotara al elenco de la franja para celebrar su trigésimo primer título.
El Cacique saltaba al gramado del Monumental con una sorpresa en la alineación. Emiliano Vecchio dejaba su lugar en el once de Sierra, para dar paso a Luis Pedro Figueroa, quien se ubicó sobre el costado derecho del ataque albo. El medio campo del Popular quedaba en los pies de Jaime Valdés y Martín Rodriguez, apoyados por Claudio Baeza en la contención.
Los primeros minutos se presentaron con dominio popular en el terreno de juego, lo que no necesariamente se tradujo en ocasiones de gol, ya que la primera aproximación de los blancos se dio recién a los ’18, cuando una buena combinación entre Paredes y Beausejour fue tapada por el Tigre Muñoz.
La U penquista se acordó que hasta hace una semana estaba peleando el título y respondió con un tiro al travesaño de Gabriel Vargas que trajo algo de inquietud en la parcialidad colocolina. En ese momento, cuando el partido parecía emparejarse en el trámite, un preciso pase de Esteban Paredes al área encontró solo a Martin Rodriguez, que con un remate bajo batió la resistencia del Tigre Muñoz e hizo estallar el David Arellano, que a esa altura lucía casi lleno. Gol de Colo-Colo, se gritaba en Macul y se sentía en San Carlos, donde la UC no podía doblegar al cuadro de San Luis de Quillota.
Complemento y freno de mano.
Si en el primer tiempo se mostró una escasa superioridad del conjunto adiestrado por Sierra, el segundo tiempo fue todo lo contrario. A los seis minutos Cristian Alvarez ponía el 1-0 a favor de los cruzados en San Carlos de Apoquindo y la noticia llegó rápidamente a las gradas y, sobre todo, a la cancha del Monumental. Los jugadores blancos sintieron el gol de Católica, más que los mismos jugadores de San Luis. De ahí en más el partido transcurrió con un Colo-Colo aferrado a la mínima ventaja que le permite ir a Valparaíso en la próxima fecha a buscar la estrella número 31.
El Campanil tuvo aproximaciones a la puerta defendida de forma espléndida, una vez más, por Justo Villar. A los ’19 un testazo tremendo del eterno Gabriel Vargas buscaba la portería, el paraguayo voló a su costado derecho y salvó la punta para el lider del torneo. En adelante, el elenco albo administró, no pasó mayores apuros en defensa, apoyados en el juego áereo de Cáceres que borró del ataque amarillo a Diego Churín, y los precisos anticipos y ordenamiento defensivo que ofrece Julio Barroso, una de las figuras de la cancha.
Los brazos al cielo de Roberto Tobar y el triunfo cruzado, también por la mínima, en San Carlos estiran el desenlace hasta la última fecha. Desde San Carlos de Apoquindo ya avisan que buscaran jugar la última fecha en el Estadio Nacional. El Popular se desplaza hasta la siempre difícil cancha de Playa Ancha para enfrentar al complicado elenco de Santiago Wanderers. Partido bravo para las huestes populares, la 31 está al alcance de la mano, depende solo de Colo-Colo.
