LEJOS DE TI


¿Qué harías si tuvieras un compromiso importante al mismo tiempo que Colo Colo se juega un tíEquipo___25tulo?

Quizás tu nunca lo has experimentado y situaciones como esas solo forman parte de tu imaginario, sin embargo y por desgracia yo lo viví.

El segundo semestre del año pasado fue un torneo raro, de principio a fin. Colo Colo ya había ganado la estrella número 30 y nos perfilábamos para ser bicampeones. Sin embargo las cosas se dieron de otra manera, y llegada la última fecha habían tres equipos peleando la corona: Universidad de Chile, Santiago Wanderers y Colo Colo.

A nosotros nos tocaba jugar de visita con Wanderers, mientras que la U jugaba con La Calera en Santiago. Estábamos todos ilusionados con una posible final ante el archirrival y repetir –por qué no- la vuelta olímpica en sus caras.

Ese mismo día y casi a la misma hora, tenía una ceremonia importante por donde se le mire: se casaba mi mamá. Fue un día de locos desde que comenzó, con peluquería, maquillaje y todas las parafernalias que una ceremonia así significa. Sin embargo y como era de esperar, estuve todo el día pendiente de Colo Colo, escuchando la radio, esperando formaciones y que llegara la hora del partido. Si todo salía a tiempo como lo tenía planeado, alcanzaría a ver por lo menos hasta la mitad del segundo tiempo.

Cinco minutos antes de que comenzara el encuentro –como toda mujer- me faltaban la mitad de cosas por hacer. Comenzó el partido y yo estaba en cualquier lugar menos en mi casa. No tuve otra opción que poner la radio y justo cuando estaba arriba de un ascensor, en Valparaíso se tocó el pitazo inicial.

Habría sido todo muy lindo si Colo Colo hubiese ganado, porque tenía planeado celebrar durante toda la noche en el matrimonio. Sin embargo como todos sabemos y recordamos, no fue así. El cacique hizo un pésimo partido, de esos que son para el olvido y dan ganas de no ver nunca más. Nos llenamos de tarjetas amarillas, y para más remate la U se coronó campeón. Quizás no duele tanto porque sea la U, sino porque siempre duele que Colo Colo pierda en instancias finales.

Por si se lo están preguntando, alcancé a llegar a la casa para el segundo tiempo y lo vi completo, junto a mi abuela. Tuve apenas 20 minutos para tragar la amargura porque dadas las circunstancias, tenía que poner mi cabeza y corazón en otro lado. Días después tuve tiempo de ver el partido completo y  los goles.

Yo tuve suerte de que la ceremonia se retrasó y pude ver el final del partido tranquila –dentro de lo que se podía-, y eso fue todo un logro. Son situaciones y experiencias raras, quizás poco probables. Si hubiésemos ganado ese partido quizás habría estado pensando en comprar una entrada para la final, o que se yo. Pero no se dio, y lo importante es que quienes amamos al club, a Colo Colo y por sobre todo al fútbol, pase lo que pase uno siempre tiene un ojo puesto ahí.

No voy a juzgar a nadie, no soy quién para hacerlo. Pero en mi corta experiencia me he dado cuenta que no importa en qué situación esté, el popular siempre ocupa un lugar importante dentro de mis prioridades.

Espero que si algún día les toca vivir algo parecido, David Arellano los acompañe para que la celebración sea con ganas y no pasando las penas.