CUENTOS ALBOS | Levanta la cabeza y verás…

Había una vez un niño llamado Martín, que pasaba día y noche con una pelota en sus pies. Le encantaba jugar al futbol y tenía mucho talento, pues pertenecía a un club muy popular de su ciudad.

Un día, unos astutos empresarios dueños del club mas importante del país lo fueron a buscar a su casa para contratarlo y, a pesar de que tenía un poco de miedo, Martín aceptó. Ahora, era jugador del Colo-Colo de Chile.

En este lugar el joven encontró una nueva familia, pues todos eran muy amigos. Se sentía a gusto porque hacia día a día lo que mas le gustaba y era muy feliz. Martín se esforzaba en cada entrenamiento para demostrar que era el mejor.

Con el paso del tiempo eligió el numero 14 para jugar en este club, número con el que se hizo muy conocido pues se fue convirtiendo en uno de los jugadores más importantes del equipo. Él nunca se imaginó que iba a llegar hasta ese lugar y que tendría tanto cariño de la gente, asi que disfrutaba cada momento que tenía en una cancha de fútbol al máximo.

Un día, Colo-Colo tenía una misión muy importante: derrotar a su mayor enemigo en la final de una Copa. Parecía una tarea complicada, y estaban todos muy nerviosos. Martín, cruzaba los dedos para poder jugar y demostrar todo su talento en ese partido, pues sin duda sería muy recordado en la historia.

Inesperadamente, Colo-Colo no pudo ganar el partido y con el joven Martin en la cancha, solo lograron un empate 1-1. Con los nervios de punta, todos se tuvieron que preparar rápidamente para definir este partido a penales. Un par de compañeros de equipo de Martin patearon antes que él y lograron convertir los goles, hasta que al fin llegó su turno. Caminó hacía el área, tomó la pelota y miró fijamente al arquero rival. Un par de segundos mas tarde todos sus compañeros veían como le habían atajado el penal.

Cabizbajo y con mucha pena Martín caminó a lo largo de la cancha, deseando poder regresar el tiempo atrás y volver a patear. Sin embargo, uno de los líderes de su equipo lo fue a buscar y le dio ánimo. Finalmente, Colo-Colo perdió por ese penal que se perdió Martín y los en2154210emigos celebraban saltando y cantando por toda la cancha.

Todo el equipo se acercó a Martín para consolarlo y levantarle el ánimo. La gente que miraba el partido, despidió al joven entre aplausos y agradecimientos, pues había corrido durante todo el partido intentando convertir un gol. Mientras él estaba deshecho se le pasaban muchas cosas malas por la cabeza, hasta que recordó ese primer día que llegó a la cancha de Colo-Colo donde todos sus hinchas coreaban: ANDA, LEVANTA LA CABEZA Y VERÁS, QUE SOY DEL COLO Y LA VUELTA VAMOS A DAR.