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Finalizaba el año 2006, los hinchas de Colo Colo no podían creer que la sudamericana se haya escapado en una final increíble. Rabia, pena, frustración y un conjunto de sentimientos invadían a los seguidores del Popular. Sin embargo, desde Uruguay, en la tradicional votación del diario El País de aquel país, llegaba una noticia que llenaba de orgullo a los Colocolinos. Uno de los nuestros, el más querido ese año, el jugador con cara de niño era elegido cómo el mejor jugador de América, el primer chileno en obtener el cetro jugando en un club local.
“El 14 de los blancos es un Crá”, repetían de forma incesante los relatores y comentaristas deportivos de la cadena Fox Sport. Y Matías respondía en cancha al apelativo. Un generoso despliegue, una visión de campo y un sentido futbolístico superlativo, lo transformaron en el patrón natural del mediocampo albo. Los 41 goles convertidos en las distintas competencias de ese año le significaron ser conocido como Matigol.
Hijo de Padre Chileno y Madre Argentina, llegó a Chile cuando contaba 4 años, viviendo su niñez en la tranquila localidad de La Calera, donde respondía al apodo de Pelusa. Las calmas calles de la localidad, la vida reposada de sus habitantes fueron moldeando su carácter tímido y reposado. Los primeros pasos en el fútbol los dio en Unión La Calera, antes de ser captado por los cazatalentos de Colo Colo.
Con la 14 en la espalda de a poco se fue metiendo en el corazón de los fanáticos albos, que veían en el joven volante un talento innato y un amor por la camiseta a toda prueba. El 2004, cuando en la cabina técnica estaba Ricardo Mariano Dabrowski, Fernandez destacó en el medio campo del Popular, destacando en un equipo sin estrellas y que extrañaba aún al retirado capitán Marcelo Fabián Espina. La ausencia del Calamar, sin embargo permitió que el calerano asumiera la responsabilidad de ser la manija del equipo.
El año siguiente Matigol apenas pudo destacar en una campaña mediocre de los albos. La llegada de Claudio Borghi a la banca del Popular coincidió con los mejores años del volante. El 2006 fue sin duda su mejor año, siendo pieza fundamental en los dos primeros campeonatos, de los cuatro que logro el club con el DT. Los hinchas todavía recuerdan el partido de ida de la final ante el archirrival, cuando dos goles del 14 albo permitieron dar vuelta ese partido y alzarse con la victoria. En el partido de vuelta, Matigol cumplió un correcto partido, tomando la responsabilidad de patear el primer penal en la definición que permitió al club bajar la 24 y dar la vuelta frente al mejor rival que se podía derrotar en una final.
La magia del Mati asombró a toda América en la sudamericana de ese mismo año, en donde Colo Colo cumplió una gran campaña, llegando a la final y perdiéndola de manera increíble ante un discreto Pachuca mexicano. Al final de esa temporada las grúas Europeas lo llevaron hasta el Villareal Español, comandado por Manuel Pelegrini.
Su paso por canchas Europeas ha sido irregular, intentando pasear su futbol por España, Portugal e Italia, siendo la tradicional Fiorentina su actual casa futbolística. En el cuadro Viola ha logrado su mejor nivel, llegando incluso en el primer semestre del 2014 cómo el quinto jugador más efectivo en pases de todo el orbe, con un 92.8% de efectividad.
Por estos días Matías está integrado a la Selección Chilena que intentará ganar la Copa América. Su estampa de niño tímido sigue intacta, como sigue intacta también la calidad futbolística que desparramó por canchas Chilenas, esa calidad que sufrió O’Higgins cuando, partiendo de campo propio, fue dejando en el camino a cuanto jugador celeste salió al paso para marcar uno de los mejores goles que se recuerde en los pastos de Arellano. Esa incombustible riqueza técnica, que hizo que la Universidad de Chile (particularmente Miguel Pinto, el arquero de esos años) fuera uno de los equipos a los que más les convirtió.
Como todos los ídolos nacidos en la cantera alba, es muy probable que vuelva a vestir la casaca del Popular para despedir su carrera, los hinchas esperamos con ansias ese momento, cuando el mediocampo de Colo Colo vuelva a ser comandado por la elegancia y el despliegue que el Futbol de Matias entrega a raudales.
Mat14s Ariel Fernández Fernández, un ídolo que yo ví.