Colo-Colo es, como dice Adamol en su libro «Alma de Campeón», un
fenómeno social jamás explicado.
Autor | Francesco Bozo Follow @cesc11bozo
El Popular trasciende más allá que un simple club deportivo, equipo de
fútbol y del recuerdo del Cacique Mapuche.
Colo-Colo vas más allá. Llega mas allá. En él se condensan la pasión
futbolística, la cultura y el fervor popular. Mas bien, el alma
nacional.
Cito a Adamol; «en una época, se decía que para triunfar en Chile
había que ser radical, bombero, masón y… colocolino». Se puede
decir que tiene un toque medio humorístico faltando a la seriedad para
muchos, de una u otra manera responde a la manera de ser y a la
realidad del chileno. De Arica a Magallanes, de empleados a obreros,
hasta está presente en la política y empresariales del país, viendo
como es más que «Colo Colo». Es sabido que múltiples presidentes de la
República se han sentido honrados por haber sido nombrados «Presidentes
Hononarios» del club (entre estos al mismo Augusto Pinochet) y
mostrando públicamente su apoyo a este. Miles de socios han sido y son
activos para y por el club de sus amores. Por eso el «fenómeno social»
es difícil de explicar.
La hinchada va cambiando su estado de ánimo según el resultado de Colo- Colo. Los trabajadores se ven afectados en su rendimiento los lunes
tras una derrota de los albos el domingo. Por otra parte, si es
victoria el fervor aumenta la productividad del trabajador.
Victoria, derrota, empate, crisis, campeón, fichajes, etc. Siempre está
Colo-Colo en las portadas de los distintos diarios y revistas del
país. Mientras los albos ganan, mayor es el ingreso de estos, es
sabido.
Multicampeón chileno, el más ganador del fútbol criollo en cuanto a
títulos, pero no significa que también ha sabido de épocas oscuras
dentro y fuera del plano deportivo. Pero aún así el interés de la
hinchada no cambia, ni tampoco el «afecto generalizado que provoca en
la ciudadanía». Se ve claramente por ejemplo en los records de
teleaudiencia en sus partidos de semifinal y final de la Libertadores
ante Boca Juniors y Olimpia, siendo de 85 y 95 puntos respectivamente.
Estas cifras son necesarias para poder estadísticamente fijar los
hechos, pero la historia en sí es de igual manera vital para tratar de
explicar el fenómeno. «En su gloria y drama, alegrías y penas, los
hitos singulares de una trayectoria colectiva e individual, en los
actores que escribieron la bitácora alba, sin duda que subyace el
porqué de Colo-Colo».
Quizá los fenómenos raramente puedan ser explicados. Pero por eso estamos ante una verdadera institución del país, que excede la razón común. Colo-Colo
es y será mucho más que once camisetas y una pelota de fútbol.