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Década del 50′, el entonces empresario textil Antonio Labán asumió la presidencia de Colo-Colo y propuso dar un golpe de gran envergadura, principalmente reforzar el plantel. Colo-Colo estaba pasando por un momento donde como equipo lograba estar entre los primeros lugares pero nunca consolidarse con un título.
La delantera del equipo se veía despotenciado, por lo que comenzaron la búsqueda de un ariete goleador que pudiera acompañar y tener un rol protagónico junto a «Colo Colo» Muñoz, haciendo olvidar los «casi títulos» del club.
Labán fue informado que en Inglaterra dos hermanos oriundos de Iquique estaban dispuestos a volver a Chile con el fin de seguir su carrera futbolística. Estos hermanos eran los Robledos. Jorge ya había defendido a la selección chilena en el mundial del 50′ sumado a que en su mas fresco palmarés figuraba también el haber ganado la Copa Inglaterra con el Newcastle, en el cual él había sido el goleador.
Colo-Colo no era el único interesado en repatriar a Jorge ya que Armador Yarur, otro industrial textil de gran envergadura y presidente del recién ascendido a primera división Palestino entró en la puga por Jorge. El peso institucional del cuadro Albo fue suficiente para convencer a Jorge Robledo.
El debut de Jorge Robledo marcó un hito en la historia del popular.
El 31 de mayo de 1953 marca una clara diferencia entre el «pasado de nostalgias románticas y el presente de proyección de futuro». Ahí fue una coyuntura, dos épocas, dos escenarios en el mismo tiempo físico. Encarnó el relevo de un estilo de juego que cansaba la vista a un espectáculo digno de reconocimiento nacional. Por eso se habla de Colo-Colo antes y después de Robledo, sin descartar a su hermano Eduardo, un buen mediovolante.
La estadística lo dice todo sobre Robledo, mirando a la tabla del torneo de ese año les sería suficiente para formarse una idea certera de su influencia. Antes de la llegada del goleador del Newcastle la delantera alba anotó un poco más de 50 goles. Ahora con los Robledo esa cifra llegó a 80. El propio Jorge aportó directamente con 24 de ellos. Muñoz (delantero al que vino a acompañar Robledo) se sumó con 14 tantos. En los 26 partidos jugados esa temporada el equipo promedio 3,4 goles por partido.
Tres títulos y una leyenda fue lo que logró un desconocido chileno ídolo en Newcastle.
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