Autor | Alejandro Trincado Follow @jano_trincado
Imagen: AgenciaChilena.cl
Desde que Marcelo Bielsa pisó suelos nacionales llamó la atención. Desde su caminar y reticencia hasta su forma de hablar y sus conferencias. Un tipo humilde que revolucionó Juan Pinto Durán al transformarlo en un envase hermético donde los que entrarían no saldrían iguales. Ese argentino cambio la mentalidad o más bien, plasmó una idea de juego distinta a la que veníamos acostumbrados.
Con su seriedad y profesionalismo a flor de piel, Bielsa empezó hacer de las suyas con los diamantes en bruto que había en Chile. Cuento corto, después de largas y cambiantes convocatorias, encontró el equipo que le ganó a Argentina, Perú y Bolivia de visita, por mencionar algunos.
¿A qué quiero llegar con esta larga introducción? Es que gracias a él y a Jorge Sampaoli es que nos aburre el juego de Colo-Colo. Dos genios del fútbol que innovaron la arquitectura del sentido futbolístico en Chile. Jugar en campo contrario buscando el arco, ser explosivos, marcar bien para no sufrir tanto atrás, presionar los 90 y descuentos del partido, chances de gol claras, polifuncionalidad de los jugadores y potenciar a los mismos con una relación de confianza que a veces funcionó (Bielsa) y que con otros se excedió (Sampaoli y Vidal).
Para qué vamos a ser majaderos si sabemos cómo está jugando el Cacique y aburre repetirlo y repetirlo. ¿Cómo podríamos solucionarlo? Trabajando duro, esforzándose, luchando cada entrenamiento para lograr estar a punto físicamente. Ya paremos la tontera del horario pues solo han sido subterfugios (excusas) que el Coto expone para justificar el mal rendimiento. El equipo no está corriendo como antes y sí, están sudando porque obviamente el sol está dando con todo.
Obviamente que jugar a esa hora no es saludable pero para qué vamos a seguir con la misma estupidez si es solo una vez a la semana. Recuerdo perfectamente las declaraciones del Coto cuando le echa la culpa al sol y temperatura de las malas presentaciones del equipo. Perdóneme señor Sierra pero eso, para mi, no es una excusa siquiera válida, que reemplace las paupérrimas exposiciones de fútbol del equipo. Lamentablemente usted, de alguna manera, echó a perder lo que Héctor Tito Tapia construyó con mucho esfuerzo e intensidad. Está bien, es su estilo y forma de plantear los encuentros pero por último haga una autocrítica y deje de sentirse conforme con que el conjunto muestre chispazos en los primeros o segundos tiempos porque con eso, perdóneme que le diga, no alcanza y no alcanzará.
No se le pide que jugué como Bielsa o Sampaoli o Guardiola, pero si que le saque el jugo a un plantel que podría haber tenido mejores armas para encarar ambos torneos, con los mismos jugadores que tenemos ahora. Pero parece que su paladar se contenta con jugar bien, presionar y crear ocasiones de gol solo en los últimos minutos del partido cuando nos están a punto de empatar (hoy con Antofagasta) o bien de ganar.
Señor Sierra, la gente ya no se conforma con ganar metidos atrás y teniendo la pelota, que fácilmente pueden pincharnos y dejarnos con las manos vacías. La gente ya no se conforma con aguantar los resultados (bueno, a veces sí). La gente ya no se conforma con un o dos goles. Ahora quiere espectáculo, goles, solidez, empuje y coraje.
Poco o mucho es su trabajo y aunque su jefe no sea la hinchada, de lo que ellos pagan (entradas) se hace su sueldo y de todos en el club (es una forma de decir porque sabemos que la mayor parte viene de los excedentes del CDF). Por respeto a ellos, sáquele los kilogramos de más que tiene Paredes o bien que use una polera menos apretada. Recupere al Claudio Baeza de antes. Reencante a Esteban Pavez y Jaime Valdés para que sigan rompiéndola en el medio campo. Reviva a Juan Delgado aunque todos lo critiquen y lo que es más difícil, regenere el juego del equipo que salió campeón con Tapia y evolucione al que usted saco trigésimo primer rey de Chile y que era una máquina las primeras siete fechas… ¿Es mucho pedir?