Roja directa
Por Relator Popular Follow @RelatorPopular
Minuto 45 del primer tiempo. Colo-Colo ganaba 2 a 0 y por fin parecía que tendríamos una jornada sin sufrimiento.
Pero no. Ramón Fernández, el argentino que triunfara en la U (y con triunfara estoy siendo irónico) cae producto de una faltita y nuestro cheque a fecha, el Canadá Gutiérrez, devuelve la pelota con tan mala suerte que le llega en el hocico al 10 de O’Higgins. Resultado: el Pato Polic que minutos antes había expulsado a un defensa rancagüino por una falta que merecía amarilla, ve la posibilidad de la compensación y no duda en expulsar al oriundo de Quebec.
Por pajarón, por falta de experiencia, por no saber pegarle con la pierna derecha, por injusticia, por exageración, da lo mismo. La cosa es que seguimos batiendo récords de expulsados y para mí, humildemente, todas las expulsiones son evitables.
Las por reclamar son las más absurdas. Paredes, Suazo, Vecchio y Fierro caben en esa categoría. Las por escupir son las más ordinarias. Pavez encabeza ese ranking. Las por hacerles zancadillas casuales a los árbitros, son raras, pero esquivables también. ¿Cierto Pajarito? Las por pegar chuletas ordinarias que dejan marcados los estoperoles parecen ser “jugadas de fútbol”, pero parte de las reglas del mismo juego dicen que eso no se puede hacer. Las por tirar pelotazos a los jugadores en el suelo también se pueden evitar. Y si a todas estas les sumamos las suspensiones por oficio que ha dictado el supremo tribunal por fingir exitosamente patadas o por levantar dos deditos en pleno San Carlos de Apoquindo, tenemos a un equipo que se acostumbró a jugar con suspendidos y que lleva mucho, pero muchos minutos de este campeonato jugando con 10.
El equipo del Coto es bueno, de eso no tengo duda. Es un equipo que juega bien, pero mucho mejor con 11. Las expulsiones lo desdibujan, lo desconciertan, lo desordenan, lo nublan. Aparecen las dudas, las frustraciones, los goles en contra y la desesperación.
Estamos a 3 fechas del final. A 3 fechas de ser campeones. Todo depende de nosotros. Ganando, estamos listos. Ojalá los jugadores entiendan que cuando jugamos con 11, las posibilidades de ganar son mucho mayores. Es simple.
