Roberto Antonio Rojas. El Cóndor

Una bengala, 100 mil personas enardecidas y el caos total en el mítico Maracaná fue el escenario donde se pudo ver por última vez, como jugador profesional de fútbol, a uno de los mejores arqueros que haya conocido el planeta. La ensangrentada camiseta de la selección nacional fue el mudo testigo de un fraude que acabaría con la carrera de Roberto Rojas, el popular Cóndor. En una época de trampas y fraudes en el fútbol sudamericano, el guardameta, que en ese momento sonaba como alternativa para defender el arco del Real Madrid, quiso participar para obtener una tramposa ventaja.

Su historia sin embargo comienza mucho antes, y es una historia contada con letras doradas en los anales de la historia de Colo Colo. Nacido en la cantera del Club de Deportes Aviación, club donde debuta profesionalmente, rápidamente comienza a destacarse por sus actuaciones en el modesto equipo de la Fuerza Aérea chilena.

Su llegada al Cacique se produce en el año 1982 para reemplazar al gran Mario Osben. Casi de inmediato se metió en el corazón de los hinchas colocolinos, debido a sus grandes actuaciones. De reflejos felinos, una voz de mando inusual en un jugador chileno y sobre todo un profesionalismo a toda prueba, el Cóndor se transformaba velozmente en una leyenda viviente en el arco del Cacique.

Roberto Rojas, con la camiseta de Colo Colo. Foto: Internet

El año 83 el elenco Popular logra su 14º estrella, aventajando por un solo punto al Cobreloa de Calama y Roberto rojas fue uno de los pilares de esa campaña, su agilidad física y mental, junto a su elasticidad y visión de juego, le situaban en alturas increíbles defendiendo la portería alba, manoteando balones que llevaban claro destino de red y ordenando y dirigiendo la defensa, compartiendo liderazgo con otro ícono del club, como Lizardo Garrido.

Su último campeonato lo ganó el año en que abandonaba la tricota del club de sus amores para partir al Sao Paulo de Brasil. El año 86 el Cacique ganaba su decimoquinta estrella con el Cóndor como capitán, jineta que heredó de Leonel Herrera. El Palestino de ese año estiro la definición hasta una final para decidir el monarca de ese torneo. En el Estadio Nacional de Santiago, con 73.647 espectadores en las tribunas, Colo Colo alzaba la copa, y el portero, una vez más, resultaba clave para la obtención del título.

En la selección marcó una historia aparte, obteniendo el subcampeonato de Ámerica, torneo en donde fue elegido el mejor arquero de la competición, y siendo titular durante casi la totalidad de la década del 80. Dos copas Chile completan el palmarés del que fuera considerado uno de los mejores arqueros de la historia del fútbol chileno y cuya carrera finalizó debido a un error que costó muy caro. El precio que tuvo que pagar fue un castigo de por vida aplicado por la FIFA, y el que tuvieron que pagar todos los que aman el deporte mas lindo del mundo, el de no volver en una cancha al gran Roberto «Cóndor» Rojas.

Gracias por tanto Roberto. Un ídolo que yo ví.

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