Sos de la B

Roberto Quintana Ramírez

Por Erick Zavala

Hace poco, conversando con amigos, me preguntaba cómo sería ser hincha de un equipo chico, de un equipo de la B. Si, por muy extraña que suene la incógnita, me llamaba la atención entender esa pasión que no sabe de copas, a veces ni siquiera de buenas campañas. Que no sabe de estadios repletos y de canchas bien mantenidas; esa que a pesar de lo que diga la razón, siempre va a encender esa llama de ilusión al comenzar cada campeonato. Aunque hayan muchos más poderosos que ellos, con mucha más plata, con muchos más nombre, pero nadie puede apagar esa llama ardiente del ¿y por qué nosotros no?

Bueno, esta Copa América respondió esa incógnita, me hizo entender que siempre he sido hincha de un equipo de la B, claro, soy hincha de Chile. Y ese equipo chico hoy está llegando al final de una linda campaña, inesperada para muchos quizás. Después de sufrir varias veces, de quedarnos tantas otras en la medianía de la tabla. Hoy estamos ahí, en la puerta de la gloria, contra otros más fuertes, con más plata, con más talento, con más copas, con más historia. Pero, díganme, quién nos va a quitar la ilusión de decir ¿y por qué ahora nosotros no?

No voy a hablar de los diecisiete millones mandando fuerzas a los once en cancha, ni del pueblo que sufre y que se alegra con el fútbol. Solo diré que el verdadero asilo contra la opresión de este país es la pelota, la tan maltratada pelota, y que ahora que estamos ad portas de la historia no vamos a echar pie atrás, no nos vamos a achicar, así mismo como ese equipito del norte que se lo iba a comer la presión y termino levantando la copa, así mismo, con esa misma ilusión yo espero el partido del sábado. Porque a veces, en algunas pequeñas ocasiones, la historia dice que los de la B podemos ser más grandes que los grandes. ¡Vamos Chile!