Sueños de copa

“YO QUIERO QUE ME QUIERAS PARA PODER GANAR, NO QUIERO QUE ME QUIERAS PORQUE GANÉ” Marcelo Bielsa.

Por: Nicolás Reyes

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Foto: AFP

Han pasado ya un par de días tras la obtención de la primera copa América, la verdad es que espere tanto este momento que siempre pensé en como titularía un escrito de este hecho, como lo celebraría, como gritaría ese gol, fueron muchas horas y noches en las que pensaba que se podía, diversas jornadas en que esperaba que se le quebrara la mano al destino, de igual manera las jornadas post partido en donde buscaba una explicación del porque nunca podíamos como país abrazarnos, si es que existía una maldición o era falta de personalidad, cuál era el motivo por el que el fracaso nos perseguía.

Les prometo que muchas veces soñé con que salíamos campeones, jornadas maravillosas pero que cuando despertaba me daba cuenta que era solo eso un sueño. Quizás por eso no me había atrevido a escribir algo al respecto, por el miedo de terminar de escribir y despertar pensando que es un sueño. Pero no, me he pellizcado mil veces, he despertado y prendido la tv para ver si es verdad o no y si es cierto al fin somos campeones, se bajo la primera estrella fuimos felices, tendremos una serie de desafíos que nunca tuvimos, un sueño del cuál nunca queremos despertar.

Esta generación que se comenzó a formar con José Sulantay, luego les marcó el camino don Marcelo Bielsa, obtuvo los frutos con Jorge Luis Sampaoli, se impuso el sueño de ganar algo, de pasar a la historia y lo lograron, aunque no hubiesen ganado la copa de igual manera creo que hubiesen entrado a la memoria colectiva de toda la gente, por el ilusionar a tanta gente y unir un país golpeado, por crear sueños en niños, por creerse nuevamente estrellas de su equipo y no del extranjero, pasamos de admirar a los brasileños y argentinos a admirar a Medel, Bravo, Sánchez, Valdivia y Vidal, los viejos lo quieren como a los hijos o nietos que vieron mandarse cagadas pero que al final salieron adelante quebrandole la mano al destino, recuperaron la ilusión de un pueblo que no cree en políticos, religiones ni equipos para hacerla propia de un grupo de muchachos que con rebeldía querían terminar el camino marcado por el Sapito, Elías, Caszely y Salas.

Los sueños de copa nos quitan la vida, siempre queremos ganar, no lo sabremos nosotros que siempre queremos ganar, que nuestro equipo siempre hay que ser campeones, pero mi llamado en esta columna a lo que quiero llegar es que no seamos amantes de nuestros logros, que no amemos a nuestro escudo por sus estrellas o nuestra bandera por la estrella más grande de Chile, sino por sus colores, por su origen, por su significado, por su historia, tras ver el partido de ayer muchos nos vimos de frente a la realidad al fútbol chileno de menor nivel que la Copa América, pero Colo Colo querido ahí estaremos para alentarte, porque no te amamos por tus copas, sino que soñamos para que juntos ese sueño de copa sea solo una excusa para volver a abrazarnos.