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Aquella noche del martes 22 de mayo, el Estadio Monumental comenzó a sentir el fuego de campeón. Entraron 64.208 personas vivieron en terreno el partido, pero más de 10 millones de personas fueron testigos de como Colo Colo, el Cacique de América, comenzaba a ver esa Copa Libertadores, esa que el 22 de mayo de 1973 comenzó a esquivar, mientras que en el 91′, esa Copa empezó a quedarse en las vitrinas de nuestra casa.
Aquella noche, Colo Colo jugaba la semifinal de vuelta contra Boca Juniors. En el primer partido, los argentinos ganaron 1 – 0, por un penal convertido por Alfredo Graciani a los 7′ minutos.
Esa noche, «El Croata» Mirko Jozic formó con Daniel «El Loro» Morón; Miguel «Cheito» Ramirez, Lizardo «Chano» Garrido, Javier «Tanque» Margas; Gabriel «Coca» Mendoza, Eduardo «Lalo» Vilches, Jaime «El Kaiser» Pizarro, Rubén Espinoza (Sustituido a los 84′ por Juan Carlos Peralta); Marcelo «Barti» Barticciotto, Patricio «Pato» Yáñez y Rubén «Pereque» Martínez.
El partido se vivió intenso, pero en el segundo tiempo se comenzó a terminar esta historia. A los 64′ minutos, Rubén Martínez hace el primer tanto. Dos minutos después, Marcelo Barticciotto convierte el segundo y la ilusión comienza a crecer. A los 74′, Diego Latorre hace el descuento, pero empata la serie 2 – 2, pero a los 82′ minutos, Rubén Martínez, decretó el 3 a 1, cerro la serie 3 – 2 a favor de Colo Colo y pasa a la final de la Copa Libertadores.
Llegó el segundo gol de Martínez y en ese instante la gente de Boca Juniors comienza a alegar por un supuesto Offside en el tanto albo.
Aquí comienza la batalla. La gente de prensa gráfica del tiempo, entra al terreno con sus cámaras, las cuales ocuparon para agredir a la gente de Boca, mientras que los argentinos atacaban y golpeaban con lo que veían a su paso.
El «Mono» Montoya, se convirtió como en su seudónimo y que pasaría a la historia de ese partido y del fútbol chileno.
Ron, el perro del partido
Aquella noche, Carabineros llevo perros policiales para cuidar el Estadio como el borde del terreno en caso de manifestaciones o problemas entre las barras. Los perros de la VII sección canina de Carabineros eran Jack, Mr Chips, Pola, Nerón, Laika, Bucky y Ron resguardaron el estadio.
Era una jornada sin ningún inconveniente, hasta que en la cancha David Arellano, comienza la Batalla de Pedreros. La gente de Boca Juniors empezaba a pelear con los fotógrafos, Carabineros entró al terreno para resguardar, detener a los involucrados.
Montoya, era uno de los más agresivos esa noche. Aparte de los 3 goles que les convirtieron, el «Mono» daba patadas a quien se le cruzara, lanzó lo que sea en contra de las personas, pero alguien fue más valiente, ese fue Ron.
En el área sur del estadio, Ron espero que Montoya se diera vuelta, el Carabinero cambio la correa de mano y es allí donde Ron muerde la pierna del «Mono».
Solo le rajó el pantalón a Montoya, pero este seguía enfurecido y más aún, ya que Ron le demostró que en su turno, nadie se salvaba. Ron y la mordedura a Montoya se ganó portadas en los diarios. Tuvo una fama inmediata pero un cariño inmenso de la barra del Cacique.
Ron murió el 5 de diciembre de 1992, por un paro cardíaco. Sus restos, están en el cementerio canino de Carabineros, a los pies del Cerro San Cristóbal, rodeado de recuerdos, póster y fotos del Cacique. Es más, algunos hinchas de Colo Colo lo van a ver todos los 22 de mayo, recordando a Ron, el perro albo.
