CLASES DE HISTORIA

Época de cambios de técnicos, jugadores llegan. Jugadores se van. Varios se despiden. Otros llegan.

Esta columna va dedicada a aquellos que llegan. Y ojalá se cumpliera mi sueño.

Sueño que el Monumental tenga una sala de clases. Si de mi dependiera, impondría como obligatorio un curso de historia a cada jugador que llegara a este Club. Una clase de historia muy particular y didáctica.

Se expondrían las hazañas de Colo-Colo. Los triunfos históricos contra el archirrival, Libertadores 91′, Tetracampeonato. Se hablaría de porqué el luto eterno por David, se explicaría que él murió por Colo-Colo literalmente y que a todo jugador que entra al Monumental se le exige, metafóricamente, lo mismo. Se diría que la insignia tiene azul, rojo y blanco porque representamos a todo Chile. Habría una lección en terreno: ir a las poblaciones humildes y a las no tanto para que viera a las personas que en sus negocios y casas tienen banderas y lienzos del Popular, porque eso es, el equipo más popular de Chile. Se explicaría que el blanco es por la pureza y el negro por la seriedad, valores que Arellano ordenó que todo jugador debía vivir dentro y fuera de la cancha.

Les hablaría de que el hincha le llama “Eterno Campeón” a Colo-Colo porque los hinchas nunca se marearán de dar vueltas olímpicas. Se mencionarían los oscuros momentos que hemos vivido desde que se fue el Bichi y ese haz de luz cuando salimos campeones con Tocalli, pero que no fue suficiente para volver a ser los invenicbles de siempre y que es necesario salir de una buena vez a tocar la copa.

Habría tantas cosas por enseñarle para que se sintiera motivado, aunque fuera un poco, a cumplir su labor en la historia de este gran equipo. Pero, no soy de B&N, no soy DT, no soy siquiera pasapelotas para por último estar más cerca de la cancha. Soy un hincha más de los millones que esperamos el éxito del mejor equipo de Chile. Pero soñar no cuesta nada y ojalá existiera este curso de historia.