DE ARICA A PUNTA ARENAS


Pon atención. Colibertadores2ntaré esto con mucha calma, pero debes leer con cuidado. Puedes sentarte si quieres, o recostarte en tu cama; no tengo problema con eso. Incluso puede que te acomode beber algo mientras lees, o quizás comer. Puede ser, también, que te guste leer esto mientras vas en la micro, o en el metro. No te voy a sorprender, y no cambiaré nada en ti. Pero si lo deseas puedes guardar estas palabras y hacerlas parte de ti.

Corría el año 1991, ya era 05 de junio. Don Miguel, el vecino, corre apresuradamente hacia la cancha de la población con una gran bandera colocolina, donde lo esperan varios niños para jugar y cantar. La abuela Teresa, mientras tanto, está cocinando en la casa de su amiga Nancy, que tiene el televisor mas grande del sector. Ya falta poco..

Víctor, para ese entonces, es un pequeño de 8 años recién cumplidos. Había pedido para su cumpleaños una camiseta de Colo Colo, pues quería acompañar algún día a su papá al gran estadio Monumental. Por ahora solo se conformaba con compartir la pasión de seguir al equipo frente a un televisor, esperando que se convirtiera en el primer equipo chileno en conquistar la Copa Libertadores de América.

Seguramente te estarás preguntando quienes son todas estos personajes, por qué son relevantes. Lamento contarte que ninguno de ellos lo es, solo es una historia real, o quizás no existieron. Lo importante es, querido amigo, que cada una de estas personas comparte una misma pasión, un mismo deseo, un mismo sueño.

La abuela Teresa ya tiene listo el pan amasado, y a medida que van llegando todos los vecinos el ambiente se transforma en carnaval. Los más desordenados prenden una fogata en la cancha cercana al sector al inicio del partido, y parten con papelitos y tambores a ver el partido. Ya es oficial entonces, serán 90 minutos de lucha. En Macul mientras tanto, el cielo se llenaba de bengalas e ilusiones.

Victor está sentado en las piernas de su abuelo Juan, que no para de morderse las uñas. Mientras comen, casi todos en silencio, llega por fin el primer gol. Habían pasado solo 12 minutos cuando Luis Pérez dijo AQUÍ ESTOY, AQUÍ ESTÁ LA COPA. El Estadio Monumental casi se vino abajo, igual que la casa de la señora Nancy, donde todos saltaron, soltaron lo que estaban comiendo, los vasos, y en abrazo fraterno gritaron VAMOS COLO COLO.

Los goles del minuto 17 y 35 sirvieron, sin duda, para sellar lo que fue una noche única, inolvidable. Por primera vez un equipo chileno tenía en sus manos a la novia de américa. Por primera vez Colo Colo y la historia,  ya no se debían nada.

Terminado el partido salieron todos a las calles a celebrar, de niños hasta abuelos, todos vibraron con la hazaña inmensa que el cacique había logrado. Habían papelitos, bengalas, fogatas, cánticos, y mucha, pero mucha alegría.

El pequeño Víctor figuraba en hombros de su padre, mientras alzaba al viento una bandera colocolina, con su corta edad mucho no entendía, pero sin duda con el paso de los años se daría cuenta de lo afortunado que era, pues no es una celebración que se haya logrado repetir.

Ahora te toca a ti, puedes pensar en que estabas haciendo tu ese glorioso 05 de junio, o puedes tomar cualquier personaje de esta historia e imaginar cómo hubiese sido. Las grandes experiencias no solo se viven dentro de un estadio, querido amigo. Ese día de la gran conquista, no solo las 66mil personas en el Monumental lo disfrutaron, lo celebraron.. fue todo un país; de Arica a Magallanes.

Puedes guardar éstas palabras. Hazlo. Voy a querer leerlas en unos años más cuando se haya logrado nuevamente una hazaña semejante. Puedes reírte si quieres, si eso te hace feliz. Solo quiero que no olvides que un día, el nombre del cacique quedó grabado en lo mas alto del fútbol.

Ya has puesto bastante atención, te lo agradezco. No te voy a quitar más tiempo, espero que llegues bien a tu lugar de destino, o que hayas disfrutado lo que estabas comiendo, o ese bebestible te haya quitado la sed.