En un desastre en cancha, Fortaleza derrotó a Colo-Colo por cuatro goles a cero, en un festival de errores y regalos.
Colo-Colo necesitaba dar un paso adelante y tenía que ganar a Fortaleza en su visita a Brasil. El recuerdo de la visita de 2022 al Arena Castelao era un buen aliciente. Sin embargo, este choque fue diametralmente opuesto.
El Cacique vivió una pesadilla en Brasil. En su regreso al Arena Castelao, el Cacique cayó de manera inapelable por 4-0 ante Fortaleza y profundizó su crisis futbolística en una Copa Libertadores que ha sido una verdadera montaña rusa, marcada por los escándalos, la irregularidad en la cancha y un proyecto que, en pleno año del centenario, parece desmoronarse.
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Fortaleza no ganaba desde marzo, pero encontró en el equipo de Jorge Almirón al rival ideal para volver a festejar. Un Colo Colo desorientado, frágil en defensa y sin respuestas colectivas ni individuales facilitó una goleada que pudo haber sido incluso más amplia. Y que deja a los Albos últimos en el Grupo A, con apenas dos puntos y una diferencia de gol de -7.
Las expectativas que alguna vez generó el plantel, plagado de nombres de jerarquía, se diluyen jornada a jornada. Ni siquiera el recuerdo de la victoria de 2022 en el mismo estadio sirvió de aliciente. Esta vez, la historia fue completamente distinta. Una defensa inestable, un mediocampo sin control y un ataque desconectado reflejaron a un equipo que no tiene rumbo.
El Primer Tiempo de la debacle
Corría el minuto 25 cuando Breno Lopes abrió el marcador para Fortaleza, tras recibir un pase filtrado, eludió con demasiada facilidad a Alan Saldivia y remató con potencia para batir a Brayan Cortés. En la jugada, tanto Esteban Pavez como el zaguero uruguayo quedaron expuestos por errores en la marca y cobertura. Apenas cinco minutos después, Marinho aumentó con un zurdazo rasante luego de una jugada individual, esta vez con Arturo Vidal como principal responsable del desajuste defensivo.
El tercer tanto de Fortaleza expuso por completo la desastrosa presentación de Colo-Colo en el nordeste brasileño. A los 39 minutos, el siempre provocador Deyverson aprovechó un error garrafal de Brayan Cortés y marcó sin resistencia alguna. Ni el más pesimista habría imaginado un primer tiempo tan lamentable del conjunto albo.
El segundo tiempo de la pesadilla
¿Cómo intentar una reacción con el marcador tan adverso? Jorge Almirón apostó por variantes: mandó a la cancha a Daniel Gutiérrez en reemplazo de un deslucido Wiemberg y más tarde sacó al amonestado Emiliano Amor, optando por una línea de cuatro defensores y sumando a Marcos Bolados como acompañante de Correa en ofensiva. Colo-Colo tuvo algunos intentos aislados, e incluso a los 69′ se le anuló un gol al delantero argentino.
Desde lo futbolístico, el duelo ya estaba resuelto. Fortaleza bajó la intensidad, y el ímpetu de los Albos parecía más una reacción automática que parte de un plan. Cortés, tras un primer tiempo para el olvido, tuvo algunas intervenciones destacadas en el complemento, lo que al menos evitó una goleada aún mayor (la diferencia de gol podría pesar al final). Sin embargo, el mazazo definitivo llegó a los 85′, cuando Juan Martín Lucero, ex Colo-Colo, selló el 4-0.
La goleada fue categórica, pero tranquilamente pudo ser peor. Colo-Colo se desploma en una Copa Libertadores marcada por el caos. Es colista de su grupo con solo dos puntos y una diferencia de gol de -7. La próxima parada es Racing en Argentina, un equipo que viene de golear en Colombia. Panorama desolador.
