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Siempre he pensado que todos los sueños quedan en el camino cuando no hacemos nada por ellos. Si quieres ser el mejor futbolista del mundo, debes entrenar, seguir entrenando y entrenar hasta que no te queden fuerzas. Pero si no te levantas del sillón y solo te quedas soñando es imposible que llegues a ser siquiera futbolista de barrio.
Todo sueño es posible, pero hay que ir paso a paso. Sin ansiedad, con humildad y trabajo diligente.
Nuestro sueño ahora es la 31 y estamos recién empezando el campeonato. Hemos jugado 3 fechas solamente. Pero ya pasamos el primer apretón importante: Ganarle al campeón vigente.
Independiente que el Cobresal que levantó el Huemul de Plata hace unos meses ya no sea el mismo, con otro técnico y varios otros jugadores que se fueron, siempre es importante derrotar al campeón vigente.
Para ver más sencillo el campeonato, hay 3 partidos que hay que ganar sí o sí cuando tu meta es ser el mejor. Ganarle al clásico rival, al equipo revelación y al campeón vigente. Obviamente que esos 9 puntos no alcanzan ni para quedar décimo en la tabla de posiciones, pero te ayudan a sacar del camino al que también quiere el título como Colo-Colo.
Ayer sufrimos más de lo necesario con Cobresal, por desconcentraciones y otros engranajes que no estaban aceitados (en varios pasajes del partido se notó que no había nadie entre la defensa y el ataque que hiciera el nexo, porque Pajarito tenía que bajar mucho para salir él mismo jugando y Vecchio no es trascendente hace varios meses.)
Pero se ganó. Se notó claramente un cambio de actitud en el segundo tiempo, empujado por un siempre silencioso Esteban Pavez y un Jaime Valdés acostumbrado a aparecer cuando se le necesita a pesar de haber empezado la temporada por debajo del potencial al que nos tenía acostumbrados.
Pero trazando la raya para la suma, lo importante es que se ganó al campeón vigente. Ahora faltan otros apretones importantes, no solo los que mencionaba más arriba, sino que ganarle a Católica que siempre está peleando pero todos sabemos que serán subcampeones, seguir alargando la paternidad sobre el pajarraco que se cree león y otros equipos no tan potentes, pero que se las arreglan para apretarnos la mayoría de las veces como la U. de Concepción, O’Higgins y Huachipato, solo por dar ejemplo.
Pero como nuestro sueño es muy posible dado que tenemos un plantel de peso, con alternativas en la banca, un cuerpo técnico tan serio como el anterior pero con un par de años de experiencia más encima que no es algo para olvidar y una hinchada que alienta los 90’… La 31 debiese empezar a bajar si mantenemos este ritmo. PERO… Paso a paso.
