RELATEANDO | El flagelo de la delincuencia

Roberto Quintana Ramírez

Por Relator Popular

Cae Camilo Rodríguez en el área. Penal para Colo-Colo. Dudoso, equívoco, oscuro, lóbrego, sombrío, falso, inexistente, imaginario, falso, robado.

Para ser sincero, no es primera vez que un cobro arbitral beneficia a Colo-Colo. Un penal, un gol en posición de adelanto, un patada que no recibe expulsión o cualquier otra cosa. Seamos sinceros, la cosa es así.

Ahora, sigamos siendo sinceros: los errores arbitrales son tan comunes como los condoros de los jugadores. Hay tantas pifias de delanteros como penales no cobrados, hay tantas marcas perdidas de los centrales como amarillas o expulsiones injustas y hay tantas distracciones en los córners en contra como fouls mal cobrados. Así es la cosa, en el fútbol hay miles de errores. De árbitros, de jugadores, de entrenadores al hacer cambios. Y está bien llorar cuando nos desfavorecen, porque pareciera que el mundo se ordenó para robarnos. Es normal, es lógico y súper entendible, a todos nos ha pasado.

Pero hay un límite. El problema para mí es volverse discípulo de Salfate y pensar que el universo está coludido para que Colo-Colo sea campeón. Ahí yo no estoy de acuerdo. Es difícil para mí creerlo. A Colo-Colo también no le cobran penales, a jugadores de Colo-Colo también los han expulsado injustamente y muchas veces nos ha tocado estar del lado de los perjudicados. Muchas, no pocas.

El otro día me robaron muchas cosas en mi departamento. Entre ellas una computadora muy preciada por toda la información y recuerdos que contenía. La perdí. Reclamé en contra de todo y de todos, pero la perdí. No por mi culpa, pero la perdí. La delincuencia existe, es un flagelo en el que hay que trabajar para eliminar, pero que lamentablemente debemos convivir con él.

El ladrón que se llevó mi computadora seguramente no me conoce. Él es el culpable y yo el perjudicado, pero no creo que todo el país se puso de acuerdo para que yo perdiera miles de fotos ni ese libro en desarrollo.


@RelatorPopular