EXPERIENCIA MONUMENTAL | Una estrella para no olvidar. Campeón en tu cara

El 13 de abril del 2014, Colo Colo alcanzaba la añorada estrella número 30 en su palmarés, una tarde inolvidable para los colocolinos, frente a los golpeados caturros el Cacique podía levantar en ansiado título. Una más de las alegrías que el conjunto de Macul, más que cualquier otro equipo, ha entregado a sus seguidores. Ocho años antes, el Cacique comenzaba una racha de títulos que llegaría al histórico Tetra. El 2 de julio del año 2006 Colo-Colo enfrentaba la final del Apertura ante su más enconado rival.

Por un castigo que pesaba sobre el Estadio Monumental, ambas finales se disputaron el en reducto de Ñuñoa. Los albos llegaban con una ventaja de 2-1 en el partido de ida, conseguida a través de los goles de Matías Fernandez, y buscaba refrendar esa ventaja, para así obtener la estrella número 24. 24 también eran los años que habían transcurrido desde que mi padre había visto en acción al Cacique desde las galerías de un estadio. Junto a mi hermano y el viejo, nos apostamos en el codo norte (que en esa época, señores de la ANFP, eran galerías) con las ansías propias de todos los hinchas que estaban ese día en el Nacional.

El partido comenzaba con la típica guerra entre las barras, la que consistía en proporcionar al equipo la salida más colorida y bulliciosa posible. Colo-Colo saltaba a la cancha, comandado por Valdivia, Fernandez, Suazo y un joven arquero llamado Claudio Bravo, a la larga clave para la obtención de un nuevo título.

Los jugadores de Colo Colo en la tanda de Penales. Foto: Internet

El equipo de Borghi comenzaba nervioso, pero administrando la ventaja en el marcador se iba al descanso con un marcador en blanco que permitía dar la vuelta. El segundo tiempo comenzaba con una Universidad de Chile volcada en ataque, buscando los goles que le permitieran dar vuelta la llave y quedarse con el campeonato. A los ’69 Luis Pedro Figueroa ponía partido 1-0 y silenciaba a la mitad más uno del país, y a los asistentes ese día al coliseo ñuñoino. Con 20 por jugar el partido se volvía un manojo de nervios para ambos elencos. En el último minuto de adición, un cabezazo de Salas se iba apenas desviado, era el gol del campeonato para la U, pero no. Los penales estaban a la vuelta de la esquina y el equipo que sorteara de buena manera la «lotería» ganaba un campeonato más, pero por sobre todo, un recuerdo imborrable para toda su fanaticada.

Matías, el Crá, abría la serie para el Cacique. Salas lo empataba. Chupete no falla y pone arriba al Eterno Campeón. La presión estaba en los pies de Droguett que falla su lanzamiento. A continuación el Multicampeón desperdicia su lanzamiento. Colo Colo seguía arriba en el global de la tanda. Hasta que llego el momento mágico de la tarde noche. Mayer Candelo se para sobre la pelota. Claudio Bravo se mueve sobre la línea de gol. El colombiano, seguramente queriendo entrar en la historia, intenta picar la bola. Bravo que iba para el otro lado, se recompone sobre la misma y saca la pelota. Atajadón y gloria para el 1 albo, todos los presentes lo celebramos como el gol del campeonato, por que en rigor eso es lo que fue, la estrella 24 comenzó a subir al firmamento albo con esa mano del portero canterano.

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La atajada que pavimento el camino al título 24. Foto: Internet

Miguel Aceval solo vino a cerrar una historia gloriosa. Un tiro rasante, al costado derecho de Miguel Pinto, cerró el partido. Explosión en el codo norte del Nacional, y en la mayoría del país. La vuelta olímpica marcaba el fin de un campeonato exitoso para el Cacique, pero iniciaba una historia inolvidable. Colo-Colo dando la vuelta ante su clásico rival, en su cancha y con 61.000 personas en las tribunas. Mi Padre? No vio los penales, por los nervios. De vuelta a casa comentaba la felicidad que lo embargaba, «ver a Colo-Colo campeón frente a la U es impagable». Solo en la tranquilidad de nuestra casa nos comentó que no fue capaz de ver la tanda de penales por los nervios que lo invadieron, pero que al escuchar el grito de gol en el penal del Aceval no pudo evitar que una lágrima de felicidad se derramara por su rostro, por que al fin y al cabo «Colo Colo es Chile y la felicidad del pueblo»

 

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